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Mujica destacó recuperación salarial y criticó a los colorados

Mujica / Presidencia

El programa, que fuera postergado en la víspera por el fallecimiento de la hermana del presidente, tuvo como punto medular un análisis sobre el valor del salario real que, entre 2005 y 2012ha tenido un incremento del 26%” con un aumento del 7,2% desde que asumió la actual Administración. En el primer semestre de 2012, hubo un aumento “de más del 5%.

El incremento del salario real permitió que en el 2010 pudiéramos alcanzar el nivel que teníamos antes de la crisis del 2002, es decir, se nos dispararon 8 años de vida antes de poder recuperarlo, recién ahora estamos alcanzando el salario real de fines de 1977”, explicó.

Dijo que estas noticias “que son las más importantes para medir la suerte de nuestra gente” esperaba que la prensa las desarrollara con mayor profundidad, pero no esperaba demasiado que ello ocurriera tampoco. “Ni por asomo estamos señalando que estamos tocando el cielo con la mano, ni estamos en el mejor reparto que se pueda pensar, pero son datos reales, no son invento del gobierno”.

El abandono de Bordaberry

En la segunda parte del programa, Mujica abordó el tema del abandono que los colorados del sector de Bordaberry hicieron de los cargos que les fueron concedidos en la administración. Recordó que solamente durante el primer gobierno de Sanguinetti “ y muy de forma testimonial” se dieron algunos cargos a la oposición, pero que después se sucedieron colorados, blancos y colorados nuevamente sin que “ni siquiera intentaran llamar a la oposición a ocupar algún cargo. Fue recién nuestro Gobierno que hizo derroches de decidida voluntad política y seria bueno que se tuviera memoria que se logró dar cabal participación como nunca había acontecido en la historia política de los últimos cuarenta años ni en Uruguay ni en toda la región”.

Para Mujica esa decisión mostraba “una singularidad del Uruguay (…) contribuía a crear una imagen de madurez del sistema político visto del exterior, una garantía en materia de estabilidad política y social”.

El abandono de los cargos significó en ese sentido “un doloroso traspié” y acusó al grupo bordaberrista de Vamos Uruguay, por haberse escudado en el argumento de que estaban  salvaguardando la dignidad. “Semejante argumento equivale a decir que los que quedan son indignos y no es así. Los hechos demostraron a cabalidad que en la mayor parte de los lugares se funciona bien y nadie pierde su identidad”, detalló.

Enfatizó que “debería decirse la verdad” y reconocer que todo se trata “de una cuestión de perfil político” propio de “la política chiquita que en realidad le hace una zancadilla a la política grande”.

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