En el "tramo rojo", de Bulevar Artigas

Feroz asalto en pleno centro de Montevideo a la secretaria general del Partido Colorado, diputada Marta Montaner

Marta Montaner, Pedro Bordaberry, Ope Pasquet

La diputada circulaba en su coche a las 18 y horas por la avenida Bulevard Artigas en el tramo, muy transitado a esa hora de sábado, entre dos ejes viales, la avenida principal capitalina 18 de Julio, y la avenida Italia.

Precisamente ese tramo del bulevar Artigas, el más importante de Montevideo, extendido hasta la avenida Rivera, viene siendo hace años un favorito para consumar atracos por parte de rapiñeros y asaltantes furtivos. Malvivientes que merodean por el lugar atacan a automovilistas, preferentemente mujeres solas, en alguna detención ocasional del tránsito, no sólo en los semáforos. Allí entonces uno o dos delincuentes se abalanzan sobre su víctima. El objetivo es robar la cartera, bolso o maletín que esté a la vista en el interior del coche. A veces les basta con manotear por la ventanilla abierta del vehículo, de lo contrario rompen el vidrio de una pedrada.

Indolencia oficial

Las autoridades de la policía de Montevideo, así como la Intendencia, conocen esta recurrente operativa criminal desde hace años, pero por razones ignoradas por la razón humana, no han hecho lo necesario por erradicar de manera eficaz esta práctica lesiva a los derechos básicos de los ciudadanos que moran o transitan por el corazón de la capital del país.

Bastaría con una vigilancia permanente, concebida específicamente para contrarrestar esa modalidad delictiva, en ese tramo vial. E impedir la presencia de bandas de «limpiavidros» compulsivos en los principales semáforos de ese lugar.

La diputada Montaner, primera mujer en la historia en presidir el CEN, Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado, debió luchar físicamente durante todo un minuto, que debió parecerle eterno, con el malhechor que se introdujo en su vehículo por la puerta del acompañante, hasta que éste logró hacerse de la cartera que ella, previsoramente, había colocado bajo el asiento. A plena luz del día, en pleno centro de Montevideo.

Consumado su brutal propósito, el ladrón «se dio a la fuga» como refiere el parte.

Una desgracia sin suerte.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje