José López Mazz

«Estos dos hallazgos confirmarían la existencia de un cementerio clandestino en predio militar»

El antropólogo López Mazz aseguró que resta mucho trabajo e informó que el estudio de ADN lo hará un laboratorio uruguayo y otro argentino. A la hora 10:00 de la mañana, el Presidente Mujica visitó el predio.

José Mujica concurrió al lugar este viernes 16, lugar donde a las 14.30 horas del jueves 15 fueron encontrados restos óseos de una persona presuntamente desaparecida.

El dolor, la espera y la lucha

La primera en ingresar fue Luisa Cuesta, quien al salir habló con la prensa visiblemente enojada y dolida. “Con mis 90 y pico de años ando caminando, luchando y ayudando a los que puedo”, reflexionó Cuesta, quien confía en que se puedan encontrar más cuerpos porque el grupo está trabajando bien.

Otro de los integrantes de Familiares, Ignacio Errandonea, dijo que “impacta porque es un familiar que nosotros dejamos, que la última vez que lo vimos estaba vivo. No sabemos quién es pero lo vemos como un familiar nuestro”, sostuvo.

También reconoció la existencia de más información. “En la medida que se profundicen y sistematicen todos los datos existentes se podrá avanzar mucho más. Esto demuestra que la famosa Operación Zanahoria por la que habían desenterrado todos los cuerpos y destruido todas las evidencias, no fue así”, al tiempo que destacó el trabajo sacrificado de los antropólogos.

“Hay que seguir porque hay evidencias de que hay muchos más compañeros e  incluso varios podrían estar en ese mismo predio”, aseguró Errandonea.

El hallazgo

El antropólogo José López Mazz explicó que los restos fueron encontrados al engancharse un hueso al momento de la excavación, señalando que trabajan con la modalidad de cuadrícula. El cuerpo se encuentra en posición boca abajo y articulado.

Mazz reveló que el patrón de enterramiento es igual al de Julio Castro, encontrado a 30 metros, lo que indica que si no se hubiera parado el trabajo el 28 de diciembre lo habrían encontrado un par de semanas después. Estos dos hallazgos confirmarían la existencia de un cementerio clandestino en predio militar, aseguró.

El antropólogo informó que se detectó cal debajo y encima del cuerpo y algunos restos de tejidos que podrían ser de la vestimenta. Dijo que no se puede adelantar nada sobre el sexo, ya que existen mujeres de complexión grande y hombres pequeños.

Estiman que mañana al mediodía podrán finalizar su extracción, porque se debe ensanchar y bajar la fosa para desenterrar la parte de las extremidades inferiores. “Lleva su tiempo hacerlo para poder rescatar la mejor evidencia”, dijo.

Luego se pasará al laboratorio, donde se limpia todo el esqueleto y se arma. Posteriormente estudian hueso por hueso para detectar si hubo trauma perimortem y otro tipo de información útil para conocer cómo falleció. La zona seguirá siendo excavada, para ello se está desmalezando el área.

El protocolo establece que se busquen dos laboratorios, uno es el de Córdoba (Argentina) de referencia mundial y otro de Uruguay, porque siempre se trata de tener uno del país. Cada uno de los procedimientos de los profesionales es grabado por cámaras del Ejército, que incluso custodian el lugar las 24 horas.

Sobre la molestia de algunos familiares por la forma en que se enteraron de la noticia, López Mazz sostuvo que ellos siguen un protocolo de la Comisión de Seguimiento, quien llama a Presidencia de la República y a Familiares.

El antropólogo dijo sentirse complacido por el trabajo de su equipo integrado por unas ocho personas y aseguró que los hallazgos reconfortan una tarea que supone mucho tiempo.

“Siempre hubo una opinión sobre este tema a partir de cuestiones ideológicas y a priori sin prejuicios, lo que nosotros entendemos es que estamos generando información concreta para que haya una reflexión que se base en hechos, no en especulaciones”, concluyó.

El respaldo de la Academia

El rector de la Universidad, Rodrigo Arocena, asistió al lugar para expresar la solidaridad de la UdelaR con Familiares y el apoyo y la admiración que tienen por los compañeros que trabajan hace varios años en la excavación y búsqueda de restos de detenidos desaparecidos. “En condiciones físicas difíciles y espirituales terribles están sirviendo al país”, aseguró.

Arocena reconoció que estas personas ponen lo mejor de su formación y de su compromiso nacional “para recuperar la verdad y que el país sepa justa y cuidadosamente lo que pasó, contribuyendo a que tengamos una memoria como es debida y esa memoria nos asegure que esas cosas terribles nunca vuelvan a pasar en el Uruguay”.

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