¿Escapó Jesucristo a Japón? La extraña teoría que dice que murió a los 106 años

Para los creyentes cristianos, Jesús de Nazareth fue el hijo que envió Dios para salvar a la humanidad; el plan, tal cual fue ideado, era que muriera de una forma muy dolorosa para subsanar los pecados de la humanidad.

Pero hay un segmento de cristianos un poco extraños que creen que Jesucristo no habría muerto en la cruz sino que logró escapar del escarnio y se refugió en Japón. Dicha teoría es conocida como Daitenku Taro Jurai, que se traduce como «Jesucristo para todo el Mundo».

La gente de Shingo, Japón, al norte de la isla principal a 620 kilómetros de Tokio, están extrañamente vinculados a Jesús; las personas allí no solo creen en la historia del Cristo japonés, sino que además creen que tanto él como su familia vivieron en la localidad hace unos 2.000 años.

Según la leyenda, el mesías se casó con una mujer llamada Miyuko y se convirtió en padre de tres hermosas hijas. Llevó a ser tan longevo que alcanzó los 106 años de edad.

El crucificado fue otro

Dos cruces de madera hacen instaladas hace un siglo a las afueras de la aldea; marcan las tumbas de Jesús y su hermano, Isukuri, e incluso hay un museo que recuerda a Jesús como un agricultor de ajos conocido por los japoneses como Daitenku Taro Jurai.

Isukuri, dice la gente, fue crucificado en Jerusalén en lugar de jesus cuando este último vino a Shingo y trajo consigo la oreja cortada de su hermano. Aparentemente, solo esa oreja está enterrada en esa tumba antigua al lado de Jesús.

En el museo hay un rollo de papel antiguo, que se dice que es una copia de un documento original que fuera la última voluntad y testamento de Jesús. El documento original, descubierto por primera vez en manos de un sacerdote en 1935, fue destruido durante la guerra. Pero existe una copia y está resguardada en una caja de cristal.

Una señal al lado de la tumba explica que cuando Jesús tenía 21 años, vino a Japón Estudiar la divinidad de los maestros allí. Permaneció allí durante 12 años, viviendo en algún lugar cercano al Monte Fuji, lo cual supuestamente explicaría la laguna de varios años faltantes en la Biblia.

Cuando tenía 33 años, Jesús volvió a Judea -habiéndose vuelto un fluido hablante del japonés- y comenzó su ministerio allí.

Hay algunas costumbres cuasi-centenarias un poco extrañas, que podrían parecer cristianas. Por ejemplo, a los niños se les hacen una bendición con una cruz de ceniza en la frente, algo que realizan los cristianos occidentales en el llamado «miércoles de ceniza».

También, cuando nace algún niño o niña con ojos azules, los lugareños dicen popularmente que es un «descendiente de Jesús».