FELINOS

Gatos y humanos: ¿Quién domesticó a quién?

Los gatos domésticos han sido excelentes mascotas durante siglos, o es posible que nosotros hayamos sido sus mascotas todo este tiempo.

Foto: Pixabay
Foto: Pixabay

Los Felis silvestris catus, o gatos domésticos, han conquistado el mundo entero, estando presentes en todos los continentes a excepción de la Antártida. Sabemos que conviven con el ser humano desde el Antiguo Egipto, y se les domesticó hace aproximadamente 10.000 años, bastante tarde en comparación con sus archienemigos/amigos, los perros. Según un reciente estudio pulicado en la revista científica Nature revela muchos sobre el modo en que los gatos dejaron de ser salvajes y se incorporaron a nuestra vida diaria.

Los perros son más bien hogareños, y les encanta estar adentro. Los gatos, al contrario, prefieren irse largos lapsos de cacería (incluso en la ciudad) y aman estar al aire libre. Según el estudio, realizado con restos fósiles de felinos hallados en Europa, África y Asia, y tras analizar el ADN de más de 200 ejemplares con antigüedad de hasta 9.000 años, descubrieron que estos animales comenzaron su «conquista del mundo» en el Neolítico, y que la expansión fue posible gracias a los pueblos de Egipto y Medio Oriente.

El primer felino salvaje, Felis silvestris, un animal que era más bien solitario, se divide en cinco subespecies de las que solamente una, el gato salvaje africano (Felis silvestris lybica) logró ser domesticado con éxito. El primer linaje felino apareció en el suroeste asiático y se extendió a Europa hace 6.400 años.

Una relación ganar-ganar

Aunque se ha creído que los gatos fueron introducidos a la vida diaria de los humanos por razones meramente estéticas, su domesticación respondió más bien a una relación bastante beneficiosa para las dos partes: mientras que los gatos salvajes decidieron actual de manera dócil, como una mascota moderna, y matar a aquellas alimañas e insectos que atacaban el grano, los primeros agricultores toleraron su presencia y les dejaron comer sus restos.

Es por eso que los ratones que moraban los graneros de Medio Oriente 7.500 a.C. fueron la razón por la que el gato se volvió un compañero de casa, y un gran ayudante para lograr un mejor desempeño de la agricultura.

El segundo linaje hallado, según el estudio, se corresponde con la mayoría de las momias egipcias de gato que han sido encontradas. Esta vez, los gatos lograron diseminarse por todo el Mediterráneo durante el primer milenio antes de Cristo, ya que fueron introducidos como cazadores de ratones en embarcaciones comerciales, que los llevaron hasta destinos de todo el viejo mundo. Sin embargo, los científicos no están seguros de si los gatos actuales son descendientes del primer linaje de Medio Oriente o si se dio un proceso de domesticación paralelo e independiente en el Antiguo Egipto, del cual salió el segundo linaje.

También se descubrió que las típicas manchas de la piel del gato, que lo hacen parecer «atigrado» es una mutación genética que no apareció sino hasta la Edad Media. Hasta entonces, el pelaje de los gatos era más bien liso y poco atractivo, lo que descarga el argumento estético.

Lo que sí se concluyó es que los gatos se vieron tan beneficiados como nosotros en esta larguísima amistad que ya sobrepasa los 10 siglos.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje