Festival de cine de Cannes enturbiado por el machismo y conflictos con Netflix
En la Costa Azul francesa se inauguró la noche de este miércoles el certamen cinematográfico más famoso del mundo, que este año viene acompañado de gran controversia.
El Festival de Cine de Cannes tiene su orígenes en los años 30’s, como una contracorriente a la Mostra de Venezia, que se había convertido en un brazo propagandístico del fascismo italiano y el nazismo alemán. Sin embargo, se ha ganado su fama de ser el festival más conservador, al pasar de las décadas.
En su edición 2017, el festival incluye por primera vez contenido creado para televisión, así como de aquellos audiovisuales que, sin pasar por cines, llegan a las plataformas como Netflix o Amazon Prime.
Las primeras series televisivas en aparecer son Twin Peaks y Top of the Lake, y del streaming compiten por la palma de oro las cintas The Meyerowitz Stories y Okja, que se estrenan directamente en su plataforma, sin pasar por la gran pantalla.
No quieren a Netflix, pero no pueden prohibirlo
El jurado de Cannes no es necesariamente progresista, y mucho menos fanáticos de la nueva moda del streaming, pero no existe una normativa en el reglamento del festival para prohibir aquellos filmes creados por y para servicios de streaming.
La organización anunció que, por esta vez, se permitirá que Netflix participe, pero que para el próximo año ya estará lista una prohibición: solamente podrán optar por el galardón las cintas que se estrenen primero en salas de cine francesas. «La organización está cerrando filas contra nosotros. Podréis ver Okja en Netflix el 28 de junio. Una película fantástica que las distribuidoras quieren boicotear en la competición en Cannes», respondía en Facebook un enojado Reed Hastings, CEO de la compañía.
Machismo y Photoshop
En una editorial de la feminista La Barbe, para el diario francés Le Monde, se asegura que en el festival de Cannes «las mujeres muestran sus pechos, y los hombres sus películas». En el año en que se publicó el texto -2012- ninguna cinta destacada con la Palma de Oro era dirigida por una mujer.
Este año, las cosas parecen no estar muy lejos de aquella realidad, tildada de machista. De las 20 películas concursantes, solamente 15% fueron realizadas por una mujer. Radiance, de Naomi Kawase; La Seducción, de Sofia Coppola; y You were never really here, de Lynne Rasay, aspiran a romper otra cifra sonrojante en Cannes: en sus 70 años de historia solo Jane Campion, por El Piano, es la única fémina granadora de la Palma de Oro.
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