DESCONOCIDO

Artaban, el cuarto Rey Mago que no llegó al nacimiento de Jesús

No solo "Los Tres Mosqueteros" eran cuatro... también los reyes magos que iban a Belén a presenciar el nacimiento de Jesús. Pero Artaban tuvo una serie de sucesos desafortunados que lo llevaron a perderse la venida del Mesías que tanto esperó.

Foto: Pixabay.
Foto: Pixabay.

Melchor, Gaspar y Baltazar llegaron trayendo oro, incienso y mirra, y muchos buenos deseos para el que, según las escrituras, sería el salvador del mundo. Sin embargo pocos saben la historia del cuarto rey, Artaban, que debía llegar al alumbramiento y por sus bondad y buenas acciones tuvo varios retrasos.

Los cuatro hombres habían hecho planes para reunirse en Borssipa, una ciudad antigua en Mesopotamia en donde iniciarían el viaje a adorar al Mesías.

El cuarto rey llevaba piedras preciosas para ofrecérselas a Jesús, José y María, pero cuando se dirigía al lugar de encuentro se topó con un anciano enfermo, cansado y sin dinero. Artaban se vio en medio de un dilema: o seguía hacia el encuentro con Jesús y se quedaba a ayudar al anciano. Decidió quedarse y ayudar al viejo hombre, lo que le causó su primer atraso en el itinerario.

Para cuando pudo retomar su camino y llegar a Belén, los padres y el bebé ya habían abandonado la ciudad rumbo a Egipto, huyendo de las matanzas del Rey Herodes.

Siguiendo los pasos del Mesías

Artaban se encaminó a encontrar a Jesús a como diera lugar. Iba preguntando e indagando y en cada ciudad que pasaba se encontraba con situaciones de miseria y injusticia y, según la leyenda, él era un hombre con un gran corazón y muy sensible a las personas que requerían ayuda.

Pasaron los años y el cuarto rey mago nunca pudo encontrarse cara a cara con Jesús. 33 años transcurrieron y Artaban se encontraba en Jerusalén. En lo que hoy es la frontera entre Israel y Cisjordania, el Monte del Gólgota era preparado para crucificar a Jesús de Nazareth junto a dos ladrones. El rey mago se encaminó hacia la montaña para ver, aunque sea el mismo día de su muerte, a que las profecías decían que era el hijo de Dios.

Mientras recorría el camino que había seguido Jesús con la cruz a cuestas, Artaban se encontró con una joven que era arrastrada hasta la plaza del pueblo para ser vendida con el fin de pagar las deudas de su padre. Ha leyenda dice que entonces no pudo resistirse a lo que su corazón le indicaba y sacó el último rubí que le quedaba en la bolsa y le pagó al padre de la muchacha, comprando su libertad.

Cansado y triste, se sentó en la puerta de una vieja casa justo en el momento en que la tierra retumbó y una piedra misteriosa saltó y lo golpeó fuerte en la cabeza. Herido y agotado, sacó sus últimas fuerzas para implorarle a Dios perdón por no haber cumplido su misión de adorar al Mesías. En ese preciso instante escuchó la voz de Jesús que le dijo:

«tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste, Artaban, agotado preguntó ¿Cuándo hice yo esas cosas? Y justo en el momento en que moría, la voz de Jesús le dijo: todo lo que hiciste por los demás lo has hecho por mí, pero hoy estarás conmigo en el reino de los cielos».

Los Reyes Magos y su verdadera historia

Los Reyes Magos son personajes míticos con historias que las personas conocen desde muy pequeños….

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje