Perturbadores juguetes que tal vez no le comprarías a tus hijos hoy en día
Se viene la época de buscar esos juguetes especiales para que la navidad y el día de reyes sean días realmente especiales para los más chicos de la casa. Estos antiguos juguetes tal vez no te parezcan tan atractivos y lo pensarías dos veces antes de comprarlos.
Laboratorio de energía atómica
Durante el auge de los experimentos atómicos en todo el mundo, un costoso maletín contenía todas las herramientas para que los niños pudieran realizar experimentos a pequeña escala. Contenía 4 muestras de uranio, un contador de radiación Geiger-Muller un electroscopio y otros componentes. Todo esto por el módico precio de US$350 y no tuvo mucho éxito pues solo se vendió en 1951 y 1952.
Autómatas de pájaros vivos
Estos maquiavélicos juguetes alemanes del siglo XVIII consistían en figuras cómicas con un espacio vacío y un hoyo por debajo por el que los niños introducían pájaros vivos que quedaban atrapados. Los muñecos parecían cobrar vida con los frenéticos movimientos de la pobre ave.
Hugo, el hombre de las mil caras
En 1975 salió al mercado Hugo, un monigote con decenas de aditamentos faciales como cejas, bigotes, anteojos, cabellos, etc, y que consistía en crear «divertidos» rostros. Por la poca practicidad solamente se fabricó una edición y actualmente es un objeto codiciado por los coleccionistas.
Frozen Charlote
En 1850, el mercado infantil alemán vio aparecer a Charlote, una inofensiva muñeca de porcelana y, según el mito, estaba basada en el poema «Young Charlotte» de Seba Smith, un humorista de la época. La niña del poema había fallecido congelada en una noche de año nuevo por salir a jugar desoyendo el consejo de su madre de quedarse adentro. La muñequita venía en su propio ataúd blanco que se podía atar a una cuerda para colgar en el cuello.
Carnicería infantil
Este juguete de la época victoriana eran una tienda de carnes y fiambres con pequeños muñecos vestidos de carnicero con sus ropas manchadas de sangre, tal como uno real.
jamones, costillares, cortes de res y hasta cerdos enteros abiertos en dos eran parte de los accesorios que tenía este artilugio popular entre niños varones.
Muñeca gateadora mecánica
A finales del siglo XIX, en plena época victoriana, esta pesada y espeluznante muñeca gateadora se arrastraba por el piso con su complejo sistema de engranajes y ejes. Su apariencia era poco atractiva para los chicos y el hecho de que se gateara la volvió muy impopular entre los padres, ya que el gateo en los bebés era mal visto en la sociedad inglesa de ese momento.
Mini guillotina para niños
La guillotina cortó la cabeza de miles de personas durante la revolución francesa. Hubo también una versión «de juguete» para niños que medía unos 60 centímetros. Los pequeños se divertían decapitando pájaros, roedores, insectos y frutas. Algunas personas de la alta alcurnia francesa tenían una de estas para entretener a sus pomposas invitadas cortando la cabeza de alguna «enemiga» representada en una muñeca llena de tintura roja que simulaba sangre.
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