POCO HAY EN EL MUNDO

Ocho verdades de la ciencia sobre el amor

Este 14 de febrero se celebró en todo el mundo el famoso Día de San Valentín, o de los enamorados. En ese contexto, muchas de las frases que decimos sobre el amor, y algunos lugares que parecen comunes, han sido abordados por diversos científicos. Es que el amor está en boca de todos, te presentamos algunas “verdades” a las que ha arribado la ciencia.

Foto: Candida Performa

El amor a primera vista, un “flechazo”

Según explica Agustín Ibáñez, investigador del CONICET, al diario Clarín, lo que de forma corriente denominamos “flechazo” tiene su explicación para la ciencia.

El investigador señala: “Sistemas de neurotransmisores que activan el circuito del placer (como la dopamina) pueden activarse rápidamente ante una persona que resulta atractiva, produciendo una sensación de bienestar y apego. Salvando las distancias, en el amor a primera vista interviene el sistema de recompensa, el mismo que se activa en las adicciones, y produce una sensación de placer no demorada. El atractivo físico, la fijación de la mirada, la simetría facial, la inteligencia en el hombre y la relación cintura-cadera y la edad en las mujeres actúan como inductores de la experiencia de flechazo”.

Seguir viviendo sin tu amor

La relación de la salud con el bienestar de la pareja ha sido probada y estudiada en un sinnúmero de investigaciones. Es el caso de la investigación publicada en el Journal of Psychosomatic Medicine que demostró que los hombres casados desarrollaban menor nivel de ateroesclerosis que los que estaban solteros. En el bando de las mujeres se comprobó que aquellas que desarrollaban menor nivel de ateroesclerosis eran quienes decían vivir una relación de pareja feliz.

En el tema de quedar viudo/a, se realizó un estudio entre más 500 mil parejas que estaban formadas por personas mayores de 65 años, los resultados fueron asombrosos: el riesgo de muerte aumentó hasta un 21% en los hombres que habían enviudado y en las mujeres se registró un aumento de hasta el 17%.

El amor es ciego

Los estudiosos ingleses Zeki y Bartetls han investigado cuáles mecanismos se activan en el cerebro cuando, por ejemplo, se mira una foto de la persona amada. Ibáñez explicó en entrevista con el diario Clarín, las implicaciones de las conclusiones a las que llegaron: “han mostrado que el amor romántico activa dos procesos cerebrales que favorecen la ‘ceguera’. Por un lado, las áreas que se asocian a la distancia social y a las emociones negativas (corteza prefrontal y áreas parieto-temporales) tienden a reducirse ante la observación de estímulos provenientes del ser amado. A la vez, se activan centros del placer y apego. Así, el enamoramiento parecería producir una fuerte gratificación y un ‘olvido’ de los aspectos negativos. Ello tal vez ayude a entender por qué cuando nos enamoramos experimentamos una sensación casi mística”.

¿Me cela porque me quiere?

Esta frase ha sido completamente rebatida no solo por científicos sino por activistas en todo el mundo. Los celos son mayormente una patología, que como describe Buero: “Son un síntoma que tiene dos caras: una de sentido, por ejemplo, los de la persona que de chica vivió el abandono de alguno de sus padres y ahora carga con esa marca como mochila identificatoria. La otra cara es la satisfacción pulsional del síntoma: el goce mortífero que deviene en sostener ese terror a la pérdida y, a la vez, ese vínculo donde el deseo y lo placentero se vuelven insatisfechos o imposibles. Los celos patológicos son autodestructivos, destructivos del otro y del vínculo. A la vez son una demanda de amor netamente infantil”.

Te amo con todo mi cerebro

Los científicos procedentes de la Universidad de Syracuse, declaran que el “estado de enamoramiento” incide en 12 áreas del cerebro que se activan produciendo sensaciones de euforia, y acelerando los latidos de nuestro corazón.

Que sea eterno mientras dure

Diversos estudios se abocaron a determinar “cuánto dura el amor”. Esto es por supuesto muy variable, pero se ha encontrado que el promedio de duración del enamoramiento es de cuatro años, según la antropóloga Helen Fisher. Las razones se basan en explicaciones biológicas acerca del ciclo de reproducción de los seres humanos. En cuatro años se puede producir el embarazo de la mujer, y el padre tendrá tiempo de proteger a la madre y al niño en el período en que son más vulnerables.

Tener el corazón roto

Una ruptura amorosa o un desengaño en el terreno del amor, activa según los científicos las áreas del cerebro que responden al dolor físico. Es decir que una herida amorosa se puede experimentar como un dolor real en el cuerpo.

Los placeres del amor

Helen Fisher subraya la idea de que es el cerebro y no el corazón, quien manda en el terreno del amor. Es que las áreas cerebrales que se asocian a la dopamina y la norepinefrina ‘se encienden’ en presencia del ser amado. Además la oxitocina juega un papel central, aumentando la sensación de euforia.

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