España: 10 destinos irresistibles para los amantes de la naturaleza
Nadie puede resistirse a la belleza imponente de la naturaleza. Un paseo relajante entre los árboles, sentarse a pensar en lo alto de una elevación, vistas de la costa o un lago tranquilo son algunos de los placeres que ofrece España.
Ciurana (Siurana), Cataluña
Ciurana de Tarragona – Siurana de Prades en catalán – es el pueblo más hermoso de la provincia, ya que se encuentra envuelto en paisajes naturales maravillosos. Construido sobre un peñón de roca caliza con vista panorámica al río Ciurana y su embalse.
Esta localidad de menos de 40 habitantes fue bastión del islam en el siglo XI y declarado como “paraje pintoresco” en la década del ’60. Siurana ofrece a corto alcance destinos para escalar como el Salto de la Reina Mora, y los acantilados de Arbolí.
Gaztelugatxe, País Vasco
La vista del mar y de la agreste costa vizcaína hacen del islote de Gaztelugatxe un sitio extraordinario. Se accede a la isla coronada por una ermita dedicada a San Juan Bautista, luego de una procesión por un sinuoso camino que se adapta a las rocas y finaliza en una subida de 241 escalones.
Las tradiciones identifican este punto en la costa de Bermeo como destino para marinos que han sobrevivido naufragios, mujeres con problemas de fertilidad y creyentes, que se adhieren a la costumbre de tocar tres campanas y pedir un deseo.
Cascada San Esteban do Ermo, Galicia
En las cercanías de la ermita de San Estevo do Ermo, en la provincia de Lugo, se encuentra la hermosa cascada o fervenza del mismo nombre. Con una altura de 15 metro aproximadamente, este salto de agua es un lugar fácil de visitar, con un aire pacífico y pintoresco.
En el camino hasta la cascada de San Estevo do Ermo se cruzan especies exóticas, como pinos y eucaliptos, pero una vez se ha cruzado el río de San Estevo se camina por un bosque autóctono.
Valle del río Dúrcal, Granada
El camino de senderismo a través del valle del río Dúrcal es un escenario fantástico para tomar fotografías de los peñascos, el río y la cascada “Los Bolos”.
También llamado río Ízbor, este corto curso de agua intervenido con un embalse nace en Sierra Nevada y es un destino infaltable durante el verano.
Islas Cíes, Galicia
Las Cíes forman un archipiélago compuesto por tres islas: Monteagudo (Illa Norte), do Faro (Illa do Medio) y San Martiño (Illa Sur). Las dos primeras se encuentran unidas artificialmente por una escollera, pero la naturaleza las vincula mediante la bellísima playa de Rodas.
A 15 kilómetros de la ciudad de Vigo se erigen estas islas montañosas con acantilados de más de 100 metros que dan miedo, cuantiosas furnas – cuevas formadas por la erosión – y bosques.
Lago Ausente, Castilla y León
En las cercanías del pueblo de San Isidro, descansa tranquilo un pequeño espejo de agua con nombre poético. El Lago Ausente, situado al pie de los picos Requejines y Ausente, es parte de una serie de lagos de origen glacias con aguas frías y cristalinas.
Un trayecto que pondrá a prueba al más experimentado senderista, pero que compensa el esfuerzo con vistas inigualables.
Tajo del Águila, Andalucía
El Tajo del Águila se encuentra en un área rica en naturaleza, con actividades variadas para experimentar, como rutas de senderismo, ruinas y cuevas, astronomía y decenas de escenarios perfectos para fotografiar.
Este peñasco, que da nombre al área, se orienta hacia el embalse de Guadalcacín y ofrece vistas panorámicas que dejan sin habla a cualquiera. Cercano al parque natural de Los Alcornocales, es un destino natural imperdible para quienes visitan Cádiz.
Cascadas del Monasterio de Piedra, Aragón
El parque natural Monasterio de Piedra es un “vergel insólito en torno al agua, sus cascadas y sus grutas” que se conformó en torno al enclave católico del siglo XII.
Este paraje hermoso y recluido es reconocido por las muchas cascadas, hilos de agua y chorreras que parten del río Piedra y recorren el parque. La cascada de la Cola del Caballo es la de mayor altura, con más de 50 metros.
Zona volcánica de la Garrocha, Cataluña
En su vasta extensión el parque natural conocido como “de la Garrotxa” en catalán, cuenta con más de cuarenta conos volcánicos que se remontan a edades diversas, y es epicentro de una vegetación y fauna que combina el paisaje del Mediterráneo con el centroeuropeo.
Bosques de encinas y robles cubren la mayoría de la zona, y se destaca el Hayedo de Jordá que no suele crecer a tan poca altura. Con más de 280 especies de vertebrados y numerosos invertebrados, el parque es un lugar espectacular para observación y fotografía.
Parque Nacional de Cabañeros, Castilla-La Mancha
El parque ubicado en los Montes de Toledo compagina antropología y ecología. Vestigios de la Edad de Bronce, romanos y visigodos se encuentran acompasados con la conservación de aves rapaces, ciervos y reptiles en riesgo de extinción.
La raña – una llanura de ocho mil hectáreas – y las sierras enmarcan este destino sustentable, ideal para pasar un día de campo tranquilo o practicar senderismo.
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