Estudios Disney presentan “Grandes Héroes” un clásico con todo lo que aporta la tecnología actual
“Grandes Héroes” tiene como base un componente clásico pero ultramoderno a la vez: porque si bien la amistad es la clave, el sentimiento es entre un robot inflable de tamaño gigante y un niño prodigio: Hiro Hamada, héroe “humano” de la cuestión.
Todo se desarrolla a partir de un peligro gigantesco para Hiro, víctima de un acontecimiento terrible en la ciudad de San Fransokyo, y que deberá ser auxiliado por una suerte de liga de superhéroes humanísimos, pero adaptados: la Big Hero 6.
Una adicta a la adrenalina Go Go Tomago, un fanático de la limpieza Wasabi, una genio de la química Honey Lemon y un fanático Fredm deberán resolver el misterio, y correr aventuras de fuste para salvar a Hiro.
Con el mismo modelo que combina tecnología y cultura callejera
Los Grandes Héroes son tan animados como reales: si bien provienen de la combinación de dibujos animados, animé y manga, su peso social, de cultura callejera pero tecnológica, de protesta pero de asimilación a la modernidad, pautan una combinación que apuntan al reconocimiento mutuo entre un público no necesariamente infantil, y lo rodado.
Las conductas, los deseos, las ansiedades del público, están comprometidos en una película que no deja de lado ni siquiera recónditos y remotos factores empleados desde el comienzo por Disney para cautivar: por ejemplo, el protagonista es huérfano, estimulante motivación de todo film con esta grifa que se precie de tal.
Inspirada en el cómic de Marvel de igual nombre, Walt Disney Animation Studios, afirma que “Big Hero 6”, dirigida por Don Hall (“Winnie Pooh”) y Chris Williams (“Bolt”), y producida por Roy Conli (“Enredados”), es capaz de complacer todos los públicos de todas las edades, por muy exigentes que sean.
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