Dominicanos imponen el Día Mundial del Merengue en tributo a su música internacional

El Día Mundial del Merengue recuerda la fecha en que por vez primera –en 1854- el vocablo apareció públicamente, en el periódico dominical El Oasis que se editaba en Santo Domingo. El Congreso Internacional de Música, Identidad y Cultura en el Caribe, reconoció esta fecha como la más pertinente para reconocer la música ya internacional, lo que fue refrendado por el presidente de la República, Leonel Fernández, en 2005.

La jornada ha ido ganando impulso, y los dominicanos, además de festejar el hecho, son impulsados por distintas emisoras radiales que emiten distintas formas de merengue, durante las 24 horas. La fortísima colonia dominicana en Estados Unidos, particularmente la neoyorquina, están impulsando la internacionalización de la fecha, y abriendo caminos para que a través del Ministerio de Cultura se obtengan líneas de acción que fomenten el turismo en base al merengue, para estos días del año.

Un estilo musical del siglo XIX basado en tres culturas

El merengue es además de un baile, un complejo estilo musical que tiene sus orígenes a inicios del siglo XIX, donde se basaba en instrumentos de cuerda. A esta base se le sumaríam la güira y la tambora, que convirtieron el son primario en la estructura instrumental del llamado merengue típico. Para los dominicanos, esta conjunción instrumental representa de algún modo la síntesis de su propia base cultural representada por los europeos, en el acordeón, la africana, en el tambor de dos parches o tambora, y la taína o güira, que recuerda los antecedentes aborígenes de la nación.

En la actualidad y pese a que el merengue tradicional sigue teniendo sus cultores en el país, la introducción de nuevos instrumentos como el saxofón y demás vientos, así como el desarrollo de orquestas de envergadura, que hicieron al merengue internacional, han desarrollado toda una variedad de especialidades en el tema. La expresión más acabada actual del merengue la constituye el combo, nacido en los años 60`, una conjunción de músicos, bailarines y coristas, que llegan a superar los 20 artistas, y conforman una amalgama de mayor riqueza en el espectáculo.