Bélgica pide perdón al puebo de Ruanda

E. DefouloyGisozi, Ruanda, AFP

El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, pidió perdón este viernes a los ruandeses por el genocidio de 1994, en un discurso pronunciado en Gisozi (en la prefectura de Kigali) durante una ceremonia conmemorativa, lo que fue acogido como un «acto valeroso» por el presidente interino ruandés Paul Kagame.

«Lo afirmo. Toda la comunidad internacional tiene una inmensa y pesada responsabilidad. Asumo aquí ante ustedes la responsabilidad de mi país y de las autoridades políticas y militares belgas», declaró el primer ministro durante este acto que congregó a varios miles de ruandeses.

«Para que Ruanda pueda girar su mirada hacia el futuro, hacia la reconciliación, debemos primero asumir nuestras responsabilidades y reconocer nuestros errores. En nombre de mi país, me inclino ante las víctimas del genocidio. En nombre de mi país, de mi pueblo, os pido perdón», agregó Verhofstadt, aplaudido por los asistentes.

De este modo, la ex potencia colonial de Ruanda fue coherente con las conclusiones de una comisión de investigación del senado belga sobre el genocidio. Sus miembros dedujeron en 1997 que el gobierno de Bruselas, pese a haber sido informado con antelación de la preparación de las matanzas, no hizo nada para prevenir la muerte de entre 500.000 y 800.000 tutsis y hutus moderados. El actual jefe del gobierno belga, liberal y flamenco, fue el relator y uno de los promotores de esta comisión, pese a las reticencias de los medios socialcristianos.

«En esta función visité Ruanda, me encontré con una fosa común a 30 km al sur de Kigali (…). La visita me ha causado una profunda impresión. Incluso creo que las impresiones y la emoción de ese contacto, al límite de lo soportable, me convirtieron en alguien diferente», declaró este viernes Verhofstadt.

«El primer ministro belga pidió perdón, es un acto valeroso», le contestó poco depués el presidente interino Paul Kagame. Una frase que no figuraba en su discurso inicialmente previsto y distribuido en una versión en inglés a algunos periodistas.

Kagame, que cumple las funciones de presidente interino, vicepresidente y ministro de Defensa, además de presidente del Frente Patriótico Ruandés (FPR, ex rebelión de mayoría tutsi), en el poder en Kigali desde el término del genocidio en julio de 1994, también suprimió los pasajes de su discurso más críticos con la comunidad internacional y los errores del colonialismo.

Asimismo, se rindió homenaje a los 10 cascos azules belgas asesinados el 7 de abril de 1994 cuando protegían al primer ministro Agathe Uwilingiyimana. Kagame solicitó un minuto de silencio por estos soldados.

El hombre fuerte del país aprovechó la ocasión para responder a los comentarios recientes que criticaban la ocupación del este de la República Democrática del Congo (RDC, ex Zaire) por parte de las tropas ruandesas y las acusaciones de la muerte del ex presidente ruandés Juvenal Habyarimana el 6 de abril de 1994.

«Durante las últimas semanas habéis oído y visto tentativas de los medios internacionales para exonerar a los autores del genocidio del atentado contra el avión del ex presidente Habyarimana y sus consecuencias. Se nos imputa erróneamente este hecho», juzgó. «El genocidio no comenzó en 1994. Ya en 1959, los ruandeses se mataron entre sí. ¿Fue porque el presidente había fallecido? Más tarde las matanzas continuaron obligando a los ruandeses a refugiarse en el extranjero. Sin embargo, ningún presidente había muerto», agregó.

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