La Policía de Chile dejará de usar escopetas de perdigones. 200 personas han sufrido lesiones oculares
El director de la policía chilena confirmó que los efectivos no usarán más escopetas lanza perdigones después de que cientos manifestantes perdieran su visión por estas armas.
El director de la Policía chilena (los Carabineros), el general Mario Rozas, anunció el martes que los efectivos dejarán de usar las escopetas antidisturbios que tiran perdigones, ya que estas han dejado a más de 200 manifestantes sin visión en uno o ambos ojos, y miles han sido heridos la represión a las protestas que estallaron hace más de un mes.
Rozas sí fue claro en que, de igual forma, algunos policías podrían tener estas armas al alcance y usarlas en caso de que la vida de algún efectivo o civil esté en peligro. El general está seriamente cuestionado por la actuación de la Policía en las protestas contra el gobierno chileno que ya superaron más de 1 mes.
El director explicó que la información proporcionada por el proveedor de armas, de origen extranjero, cuyas balas de 12 milímetros se abren en perdigones que saltan en todas direcciones, no coinciden con los datos que se desprenden de los análisis de la Universidad de Chile y el Laboratorio Criminalístico de los Carabineros.
La policía aseguraba hasta el martes que se trataba de municiones de goma.
Ante las cientos de denuncias de heridos por balines de metal y perdigones, Rozas ya había dicho que se restringiría el uso de escopetas el pasado 10 de noviembre, pero siguieron siendo usadas.
Uso de perdigones: «Como una conducta de prudencia, se ha ordenado suspender el uso de esta munición no letal(…)Solo podrá ser utilizada, al igual que las armas de fuego, como una medida extrema y exclusivamente para legítima defensa, cuando haya un peligro inminente de muerte” pic.twitter.com/SpO2pmGTtP
— Carabineros de Chile (@Carabdechile) November 20, 2019
Ciegos por protestar
Según el último informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, hasta el 18 de noviembre se han constatado 964 heridos por perdigones y 67 por balines. En tanto que 222 personas han presentado heridas oculares, de ellos 163 son producto de disparos. En total, son 2.391 personas heridas.
También hay heridos por gases lacrimógenos y gas pimienta.
Las protestas estallaron el pasado 17 de octubre cuando se anunció la cuarta subida en pocos meses en los precios del transporte público en Santiago. Desde entonces, al menos 19 personas han fallecido y 6.000 han sido arrestadas en los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. El INDH ha denunciado torturas y otros abusos a las personas arrestadas.
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