Muro de Trump se corta con una sierra de US$100

Bandas de contrabandistas de México están atravesando el muro «virtualmente impenetrable» que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está construyendo en la frontera entre ambos países.

«Tenemos un muro muy poderoso», dijo Trump a periodistas el sábado en la Casa Blanca. «Pero no importa cuán poderoso sea, algunos pueden atravesar cualquier cosa, para ser justos. Pero tenemos mucha gente vigilando. Cortar es una cosa, pero se soluciona fácilmente. Una de las razones por las que lo hicimos como lo hicimos es porque se pueden volver a poner los fragmentos cortados», agregó.

El mandatario fue interpelado por los periodistas después de que The Washington Post reveló que las pandillas han cortado el muro fronterizo en los últimos meses utilizando una sierra recíproca, de las cuales hay modelos baratos que empiezan en los US$100 en ferreterías.

Como si nada

Este tipo de aparatos tiene una sierra que se mueve para adelante y para atrás, simulando el movimiento de una sierra manual, y se pueden usar para cortar caños de metal, tubos y piezas de acero o concreto en pocos minutos.

Una vez que han cortado un segmento suficientemente grande, se pueden empujar para un lado y pasar de país. Esos agujeros se están usando para ingresar droga e inmigrantes ilegales a EE.UU.

Uno de los temas favoritos de la campaña electoral de Trump en 2016 fue que construiría un muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos para frustrar la inmigración ilegal, y que México lo pagaría.

Prometió que lo haría rápido, pero no ha podido cumplir un ofrecimiento tan grande y, para su candidatura de reelección para el 2020 aún es un trabajo en progreso.

Aunque también dijo a sus votantes que el muro lo pagaría México, desistió hace mucho tiempo de ese mantra repetido hasta el hartazgo, y tanto los gobiernos del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador como de su predecesor, Enrique Peña Nieto, se han negado absolutamente a darle dinero a EE.UU. para ello.

Tampoco ha podido obtener del Congreso -controlado por el Partido Demócrata- el dinero necesario para la obra y ha tenido que declarar una emergencia nacional por decreto para que se le liberen fondos, al tiempo que desfinanció otros proyectos nacionales con tal de cumplir su promesa electoral.