Río de Janeiro desafía a su alcalde ultraconservador y celebra el Orgullo Gay a lo grande
Entre los discursos se colaron críticas al alcalde y al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, cuya retórica promueve la discriminación a las poblaciones sexualmente diversas.
Mel C#ParadaAoVivo#ParadaLGBT #ParadaSP pic.twitter.com/C0e6gguIOp
— Fabiano Costa (@Fabiano08473718) June 23, 2019
La ciudad de Río de Janeiro celebró este domingo su tradicional Desfile del Orgullo Gay en su edición 24 cuya consigna fue «defender la democracia y la libertad». Los colectivos LGBTIQ denunciaron la censura promovida por el alcalde y líder evangélico Marcelo Crivella.
Este último había intentado censurar un cómic que en su portada mostraba a dos hombres besándose, aduciendo que se trataba de contenido inmoral o no apto para menores. Intento -sin éxito- que la revista se vendiera con un empaque igual al que contienen las revistas pornográficas.
Este domingo, Río se llenó de banderas arcoíris y carteles que reivindican la lucha por conseguir derechos para las personas sexualmente diversas en la «Parada do Orgulho Gay» de la llamada «Cidade Maravilhosa».
Críticas a la ultraderecha
Entre las consignas no pudo evitarse que se colaran críticas a Crivell y también al presidente Jair Bolsonaro, un ultraconservador que ha dicho cosas como que preferiría que un hijo suyo muriera antes de que fuese homosexual.
También rechazaron la misma línea de pensamiento del gobernados del estado, Wilson Witzel, quien también está alineado a la derecha religiosa.
Con una pancarta en la que se leía «Porque el beso es libre, censura nunca más», los manifestantes recordaban el episodio de la portada del cómic, y también se leyeron frases como «Por la democracia, libertad y derechos: ayer, hoy y siempre», que era la consigna central de la marcha.
Esta marcha recuerdos de 40 años de lucha por los derechos de los colectivos LGBTIQ+ y, según los organizadores, convocó a más de 3 millones de personas.
Te recomendamos
La cadena nacional de Javier Milei: entre el tono mesiánico y la autoalabanza
El mandatario ultraderechista habla en tono triunfal, mesiánico y, casi siempre, autocomplaciente: asegura que sus cambios son “históricos” y cuela en el discurso pasajes místicos y diatribas contra sus detractores.
Compartí tu opinión con toda la comunidad