Al menos 63 muertos tras un ataque suicida en una boda de Afganistán

Una explosión en un salón de bodas en el que se encontraban decenas de personas en el oeste de Kabul (Afganistán) se produjo en la noche de este sábado y dejó al menos 63 personas fallecidas y más de 182 heridas.

El portavoz del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi, confirmó que el estallido tuvo lugar en el salón de eventos Shahr-e-Dubai hacia las 22:40 de la hora local y que se trató de un ataque suicida.

Testigos citados por la agencia AP señalaron que el atacante hizo explotar un dispositivo cerca de un escenario dentro del recinto, en donde en ese momento se había reunido un grupo de niños. Un pariente del novio afirma que alrededor de 1.200 personas habían sido invitadas.
Las primeras imágenes de los hechos, difundidas por redes sociales, muestran a mujeres y hombres desalojando el lugar en medio de pánico y gritos.

El ataque aún no ha sido reivindicado por ningún grupo, pero el presidente afgano, Ashraf Ghani, lo vinculó con el movimiento de los talibanes.

«Los talibanes no pueden absolverse de culpa, ya que proporcionan una plataforma para los terroristas», escribió en su cuenta de Twitter.

I strongly condemn the inhumane attack on the wedding hall in Kabul last night. My top priority for now is to reach out to the families of victims of this barbaric attack. On behalf of the nation I send my heartfelt condolences to the families of those who were martyred.

— Ashraf Ghani (@ashrafghani) 18 de agosto de 2019

El mandatario condenó “enérgicamente” el ataque, envió condolencias a familiares de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos. “He ordenado a las autoridades relevantes que ayuden urgentemente a manejar a los heridos. En respuesta a este ataque selectivo, convoqué una reunión de seguridad extraordinaria para revisar y prevenir tales fallas de seguridad”, explicó.

El atentado tuvo lugar en momentos en que EE.UU. y los talibanes mantienen negociaciones que conllevarían la disminución de la presencia norteamericana en territorio afgano a cambio de mantener un alto el fuego y de que el movimiento talibán renuncie a su vinculación con Al Qaeda.