EL QUE OLVIDA

Ministro de Educación de Brasil quiere quitar menciones al golpe de Estado de los textos educativos

Ricardo Vélez Rodríguez pretende que la dictadura militar sea reconocida como una "decisión soberana de la sociedad brasileña" y no como una barbarie.

Ricardo Vélez Rodríguez, ministro de Educación de Brasil
Ricardo Vélez Rodríguez, ministro de Educación de Brasil

El ministro de Educación de Brasil, Ricardo Vélez Rodríguez, anunció que quieren quitar de los libros del sistema educativo cualquier mención al golpe militar de 1964, algo que la administración de Jair Bolsonaro quiere que se reconozca como una «decisión soberana» de los ciudadanos de aquel entonces.

«Habrá cambios progresivos en los libros didácticos en la medida en que se rescate una versión más amplia de la historia», declaró Vélez Rodríguez, según informó la agencia ANSA.

El golpe militar se dio el 31 de marzo de 1964, cuando mandos militares retiraron de su cargo constitucional y legal al presidente Joao Goulart. Sin embargo, Vélez se pone en sintonía con Bolsonaro al asegurar que lo que tuvo lugar fue un proceso completamente «democrático» y rechazan que existiese una dictadura entre 1964 y 1985.

El presidente suprimió un decreto de 2011, del gobierno de Dilma Rousseff, que prohibía cualquier celebración a la dictadura o al golpe de Estado en cualquier institución o instancia militar.

¿Revisionismo histórico?

El concepto del revisionismo histórico se entiende como el estudio crítico de los hechos históricos y los relatos oficiales, con el fin de revisarlos y eventualmente reinterpretarlos. Esto ha llevado, por ejemplo, a una ciudad de California, EE.UU., a desmontar una estatua de Cristobal Colón, quien ahora es considerado un saqueador por historiadores contemporáneos y un genocida y antes fue visto como un glorioso conquistador.

Vélez Rodríguez dice que lo que están haciendo es, precisamente, revisionismo histórico, y que lo concluido de este «análisis» debe verse reflejado en contenidos que se enseñan en la educación pública.

«El papel del Ministerio de Educación es regular la distribución de los libros didácticos y elaborarlos de forma tal que los niños puedan tener una idea verídica, real, de lo que fue su historia», dijo el funcionario.

Las críticas no se han hecho esperar. El ministro «está haciendo propaganda política», aseguró el profesor Roberto Romano, director de la cátedra de Etica en la Universidad de Campinas en Sao Paulo. «Hay una historiografía científicamente establecida con testimonios históricos, documentos, personas aún vivas que fueron torturadas, exiliados que demuestran que en Brasil hubo una dictadura», sostuvo el académico, citado por ANSA.

«La historia ha sido manipulada por esta nueva derecha con fines políticos, para legitimar sus objetivos políticos», adhirió el historiador Bruno Leal, de la Universidad de Brasilia.

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