«Baby boxes»: los buzones seguros para bebés no deseados

En todo el mundo se escuchan historias en las noticias de bebés que son encontrados abandonados en lugares inimaginables: se los han encontrado en basureros, estaciones de transporte público, iglesias… muchas mujeres se ven obligadas a dar a sus recién nacidos en adopción por no tener los recursos suficientes para darle una buena calidad de vida, o simplemente porque no desean ser madres en el momento.

Para eso nació la organización «Safe Haven Baby Boxes», que son algo así como cajas «salvavidas» o buzones para dejar bebés recién nacidos. Adentro hay un regulador de temperatura y un sistema de ventilación para que el bebé tenga suficiente oxígeno a pesar de que se cierra la puerta de vidrio.

La fundadora de Safe Haven («refugio seguro»), Mónica Kelsey, conoce la causa en primera persona. Ella misma fue abandonada cuando tan sólo era un bebé. Por ello cree que la campaña es una solución a este problema que no ha mermado a lo largo de los años.

Tiene una estética similar a la de una incubadora de hospital pero por fuera también tiene una puerta de metal con vidrio, que lo hace parecer un buzón. Se puede ver desde afuera además tiene distintos sensores que alertan a la ONG que se ha depositado un bebé en su interior, que a su vez avisan a los servicios de emergencia. El último buzón fue instalado en una estación de bomberos en Indiana, Estados Unidos.

Controvertida propuesta

Aunque para algunos es una buena idea, en otros lados no ha sido tan bien recibida. De acuerdo a publicaciones de la BBC, el gobernador del estado de Michigan, Rick Snyder, ha vetado la ley de refugio seguro, estatutos estatales que despenalizan el abandono de bebés. «Permitir que los padres puedan renunciar a su bebé simplemente depositándolo en un lugar, en vez de entregarlo a un oficial de la policía, bomberos o a empleados de hospitales es una conducta inapropiada», dijo.

Según dicha ley, los padres que no deseen o no puedan mantener bajo su cuidado al bebé pueden, siempre que tenga menos de 7 días de nacido, llevarlo voluntariamente a un hospital, departamento de salud, centro médico comunitario, estación o departamento de policía, departamento de servicios sociales, estación de bomberos o de servicios de emergencia. También pueden entregárselo a un
proveedor de atención médica, agente de orden público, trabajador social o de servicios médicos de emergencia (EMS) certificado que se encuentren de servicio, aún cuando no estén en su centro de trabajo u oficina. Los padres no
están obligados a ofrecer ninguna información.