REFUGIADOS

Australia reabrirá el polémico campo de refugiado en la isla de Christmas

El gobierno australiano anunció que reabrirá un campo de detención de inmigrantes en una isla considerada inhumana y que fuera un punto muy usado por traficantes de personas.

 

El gobierno de Australia informó el pasado miércoles que reabriría un campo de detención de inmigrantes en una polémica isla, en adelanto a una nueva ola de solicitantes de asilo que llegaría en barco después de que el Parlamento aprobara una legislación que otorgaría acceso fácil al asilo a personas que demuestren estar enfermas o que cumplan ciertas condiciones.

El campo de detención de inmigrantes de Christmas Island, al sur de Yakarta, Indonesia, era un lugar de paso favorito de los traficantes de personas que traían solicitantes de asilo de Asia, África y Oriente Medio en maltrechos botes armados en puertos indonesios antes de que el comercio prácticamente se detuviera en los últimos años.

El primer ministro Scott Morrison dijo que un comité de seguridad de su gabinete acordó reabrir el campamento el miércoles con el consejo de altos funcionarios de seguridad.

Campo de detención de Christmas. Foto de archivo: Wikimedia Commons
Campo de detención de Christmas. Foto de archivo: Wikimedia Commons

Dura política de refugiados

La decisión la tomó en Poder Ejecutivo australiano horas antes de que el Senado aprobara una ley por 36 votos contra 34 que permitirá que sean los médicos -en lugar de burócratas- los que decidan cuáles solicitantes de asilo, de los campamentos de las naciones insulares del Pacífico de Papua Nueva Guinea y Nauru, pueden volar a Australia para recibir tratamiento hospitalario.

El gobierno conservador de Morrison argumenta que el proyecto de ley socavará la dura política de refugiados de Australia. Ahora el gobierno contemplará el destierro a la isla de Christmas a quienes intenten ingresar a Australia a pedir asilo sin cumplir los procesos o requisitos.

Christmas está considerado el peor centro de refugiados del mundo, en el que los destinados a ese pequeño territorio perdido en el Océano Indico, a 1.500 kilómetros de las costas australianas, son abandonados a su suerte por las autoridades, de acuerdo a organizaciones de derechos humanos.

El tema de la migración fue uno de los temas importantes mientras conseguía votos para llegar al gobierno: una vez investido como primer ministro ha negado sistemáticamente la entrada de barcos con refugiados que intentan alcanzar las costas de Australia.

Para quienes lo consiguen, su política consiste en relegarlos a campos lejanos, situados en las islas de Manus o Nauru, en Papuasia Nueva-Guinea, y ahora también en la isla de Christmas, que estaba cerrada desde octubre de 2018, cuando numerosas oenegés denunciaron sus “condiciones de vida inhumanas”.

En él había un número excesivo de niños vulnerables y con frecuencia se producían suicidios y automutilaciones. En 2015 hubo un levantamiento violento como respuesta a la muerte de un demandante de asilo.

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