AMLO: «Pemex y el Gobierno estaban secuestrados por una pandilla de corruptos»

El presidente México, Andrés Manuel López Obrador, criticó duramente a Petróleos Mexicanos (Pemex) y al Gobierno anterior del país este domingo al afirmar que no hicieron nada respecto a las tomas clandestinas de combustible, como la de Tlalhuelilpan, donde se produjo una explosión el pasado viernes, a pesar de que estaban al tanto de ellas.

«Pemex y el Gobierno en general estaban al servicio de gente sin escrúpulos, estaban tomadas las instituciones, secuestradas por bandoleros, por una pandilla de rufianes y corruptos», afirmó AMLO en conferencia de prensa.

La cifra de muertos por la explosión del viernes ascendido a 89, según informó el secretario de Salud, Jorge Alcocer este lunes, mientras que otras 51 personas siguen hospitalizadas.

“El Gobierno estaba invadido de corrupción”, aseguró López Obrados “era un fenómeno generalizado”, y “nos va a llevar algún tiempo, no es de la noche a la mañana que se limpia”.

“Ya los que quedan, que estaban acostumbrados al soborno, la mordida, ya no están tan tranquilos, ya no es su ambiente, ya hay otra atmósfera, es distinto”, aseguró.

Ayúdennos a limpiar a México. Conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional. //t.co/M0UIwfKnfj

— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 21 de enero de 2019

El mandatario insistió en que no habrá marcha atrás en su plan contra el robo de combustible y aseguró qeu los involucrados en estos delitos no quedarán impunes.

«No luché, ni me apoyó la gente para estar aquí, para convertirme en alcahuete de corruptos. Cero corrupción y cero impunidad», aseveró.

«Si yo me entero de un delito, si un funcionario sabe de un ilícito, mi respuesta será: ‘Actúe, proceda'», porque «tenemos que acabar con la impunidad», dijo.

Según el presidente de México, no habrá protección de sindicatos ni líderes sindicales.

«Esto ya cambió y si hay investigaciones en contra de dirigentes, siguen su curso», aseguró y dijo que llevará a cabo una revisión de los ductos de Pemex para «limpiar el país», «aunque algunos no les guste y me llamen mesiánico».

Finalmente se dirigió a los legisladores federales para que aprueben la reforma que califica como delitos graves el robo de hidrocarburos, la corrupción e ilícitos electorales.