La hermandad de Vox y los Yihadistas del Pueblo Iraní, en 14 claves

detalle

Ahora que Vox ha reconocido haber recibido financiación del Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI) conviene recordar que:

  1. CNRI es el nombre que utiliza en Occidente la secta religiosa-paramilitar de la extrema derecha iraní Muyahedin-e Jalgh (MJ), que literalmente significa “Los Yihadistas del Pueblo“. Lo cambió después de que el término “yihadismo” se convirtiera en sinónimo del terrorismo en los países no musulmanes. Dentro de Irán sigue llamándose MJ.
  2. Los MJ no son, por lo tanto, “marxistas-islámicos”, término contradictorio que inventó el régimen del Sha en los años setenta con el fin de aplicarles la ley anticomunista de 1924 (mantenida vigente hasta hoy), que prohíbe las organizaciones de izquierda, ya que no se atrevía a perseguirlos por islamistas.
  3. La organización chiita fue fundada en 1965 y tiene el objetivo de instalar una teocracia (una especie de nacional-catolicismo español), sin ninguna diferencia respecto de la que fundó justamente el ayatolá Jomeini en 1979: un nacional-islamismo.
  4. Los MJ no representan, en absoluto, a la disidencia iraní en el exilio, y es injusto meter a una treintena de partidos políticos, en su gran mayoría progresistas (como el Partido Comunista de Tudeh, Fedaínes del Pueblo, el Partido Demócrata de Kurdistán, los seguidores del mítico primer ministro doctor Mosadeq – quien encabezó el movimiento por la nacionalización del petróleo en 1951-, entre otros), en un mismo saco con esta organización. MJ es el grupo más aislado entre toda la oposición iraní en el exilio, justamente por ser profundamente antidemocrático, misógino, antipatriótico, totalitario y temible por el uso de atentados contra sus adversarios.
  5. La organización apoyó a Jomeini por su afinidad ideológica con él, participó en la ocupación de la embajada de EEUU en Teherán en 1980, y condenó la liberación de los rehenes como una rendición ante EEUU.
  6. Washington introdujo a los MJ en su lista de grupos terroristas por asesinar a seis altos cargos del ejército de EEUU en Irán (entre ellos, el coronel Lewis Hawkins y el general Harold Price, jefe de la misión militar de los estadounidenses) y colocar bombas en las oficinas de la petrolera Shell y de Pan-American Airlines. En 2011 la criminal de guerra  Hillary Clinton sacó a los MJ de dicha lista, y no porque dejasen de cometer atentados, sino para presionar a la República Islámica a negociar su programa nuclear. De hecho, son sospechosos de asesinar a cuatro científicos iraníes en Teherán entre los años 2010 y 2012: Masoud Alimohammadi y Majid Shahriari, con bomba lapa; Dariush Rezaeinejad, tiroteado, y Masoud Alimohammadi, por la explosión de una motocicleta-bomba. Según el periodista estadounidense Brian Williams (6 de diciembre de 2014) fue el Mosad israelí quien “entrenó a un grupo terrorista” para cometer estos asesinatos.
  7. Los MJ han tenido buenas relaciones internacionales con los gobiernos de Bush y Trump, los regímenes como el de Arabia Saudí y las petromonarquías reaccionarias del Golfo Pérsico, patrocinadoras de grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico.
  8. Que un partido reciba de forma legal dinero, no blanquea su suciedad. El grupo se ha financiado a través de negocios nada transparentes, así como gracias a las dictaduras más impresentables como la de Sadam Husein o de los jeques del Golfo Pérsico, quienes pretenden provocar una guerra contra la nación iraní, de 80 millones de habitantes. Según publicó el periódico Christian Science Monitor en 2011, MJ “regala” un ingente dinero a periodistas, parlamentarios y grupos de presión en EEUU y en Europa: ha pagado en sus actos hasta 50.000 dólares por unos minutos de discurso a personalidades como la exsecretaria de Trabajo del gabinete de Bush Elaine Chao o  el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani. Los países europeos tienen que exigirle que aclare la procedencia de su fortuna y en lo que la gastan: ¿es posible que también hagan de intermediarios entre donantes ocultos y sus destinatarios con el fin de despistar a las autoridades y los ciudadanos en los países europeos?
  9. Su patriotismo es una farsa: los MJ pusieron a disposición de Irak sus milicias armadas para atacar las ciudades del propio Irán durante la larga guerra de 1980-88, matando a cientos de sus compatriotas. Y esta alta traición es el principal motivo de que MJ sea el grupo de la oposición con menos posibilidad de tener un lugar en el futuro de Irán aunque vuelva a cambiar su nombre y el color del velo de su dirigente.

    Mujeres de la secta religiosa-militar Yihadistas del Pueblo, en un campo en Irak
  10. Es profundamente misógino, y cómo no, impone el velo a sus mujeres –con todo lo que significa, uniformadas y con miradas tristes y perdidas; aplica una absoluta segregación de género y una estricta separación espacial en sus centros, poniendo incluso horarios “masculino” y  “femenino” para estar en un mismo espacio. Entre sus extrañas prácticas está imponer el celibato a sus miembros, obligando a los matrimonios a divorciarse para que entreguen todo su amor al matrimonio Rajaví, que dirige la secta: ya ven, ¡que los dioses siguen otorgando unos privilegios (como tener sexo y dinero) a la élite de sus criaturas, mientras condenan a “los siervos” a la abstinencia y pobreza!
  11. Es antifederalista, en un Irán compuesto por al menos diez nacionalidades diferentes, a quienes siempre se les ha negado una mínima autonomía incluso administrativa.
  12. MJ ha desarrollado un enfermizo culto a sus caudillos: Masud Rajaví y su esposa, Maryam. Esta señora se ha autoproclamado “presidenta de Irán” sin pasar por ninguna consulta popular: debe de padecer el síndrome del “delirio de insignificantes naricitas con complejo de grandeza”.
  13. Es profundamente anticomunista, como la actual teocracia que gobierna en Irán. La “nación islámica” niega la existencia de clases sociales y borra las diferencias en cuanto a las lenguas, vestimentas, tradiciones, etc., en un mismo país, con el objetivo de crear una uniformidad que elimine las singularidades de las personas, sacrificando sus derechos, supuestamente en favor de la comunidad: los sindicatos, al igual que las organizaciones feministas, “crean” conflictos sociales y amenazan el viejo orden, por lo que deben ser eliminados, afirman.
  14. Sus “amistades” con los asesores de Trump, Steve Bannon o John Bolton, hacen rememorar el dicho de “dime con quién andas y te diré quién eres”. Bolton es uno de los inventores de “las armas de destrucción masiva de Irak” en el régimen de Bush, y responsable por tanto del asesinato de cientos de miles de iraquíes en una guerra que fue basada en 7 mentiras, al servicio de 10 objetivos. 

¡No se sorprendan! Se trata de una alianza nada insólita: que las fuerzas de la (extrema) derecha tengan intereses comunes a nivel mundial y se unan para protegerlos, más allá de sus credos, idiomas y tradiciones, fue justamente el motivo por el que el filósofo alemán Karl Marx lanzó en 1847 su consigna “¡Trabajadores de todos el mundo uníos!”.

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