Nicaragua: Renuncia magistrado de la Corte Suprema y denuncia dictadura

Rafael Solís Cerda denunció a la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua (CSJ) al mismo tiempo que denunció de forma pública que la administración de Daniel Ortega es «una dictadura con caracteres de monarquía absoluta».

En una carta enviada por Solís Cerda a los medios locales La Prensa y El Confidencial, pero dirigida a la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quien es su esposa y vicepresidenta.

Dijo que, aunque tenía dudas sobre las posibilidades de avance de diálogo nacional convocado para calmar las violentas protestas -que han dejado cientos de muertos-, también cuestiona la incapacidad del gobierno para «corregir los graves errores cometidos a lo largo de ese periodo” y criticó que, por el contrario, endureció “sus posiciones hasta llevarnos a un aislamiento internacional casi total”.

Dimitió al sandinismo

Rafael Solís Cerda fue, hasta ahora, un allegado muy cercano a Daniel Ortega y Rosario Murillo, y sirvió por mucho tiempo a los intereses del gobierno, pero para él ahora la situación se ha vuelto insostenible.

«Presento mi renuncia inmediata e irrevolcable a partir de este momento a mi cargo de Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, y todos los cargos políticos, incluída la militancia en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Esta renuncia es independiente de la decisión que tome la Asamblea Nacional de aceptarla o no, aún cuando solo falten tres meses para concluir mi periodo, pero prefiero hacerla desde ahora, para evitar que se me aplique aquel artículo de la Constitución que establece que los funcionarios públicos electos por la Asamblea Nacional deben continuar su cargo, si no hiciera ésta los nombramientos de otros Magistrados y aún de ellos mismos cuando venzan sus periodos, que es lo que creo va a ocurrir en abril», dice la carta.

El magistrado se lamentó de los fallecidos y aseguró que hay al menos 500 pesos políticos. «Más allá del número de los muertos tan sentidos por mi persona, por el dolor de sus madres y demás familiares que puedan ser más  o menos 325 señalados y que en su gran mayoría fueron del sector opositor al gobierno y en circunstancias que en algunos casos pueden ser asesinatos, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI); incluso más allá de los 500 presos considerados políticos por la oposición y en su gran mayoría también por mi persona, siempre creí que la sensatez y la cordura se podía imponer a ustedes (Daniel Ortega y Rosario Murillo) y proceder a una negociación política que permitiera el adelanto del as elecciones», añadió.

También denunció una guerra contra los medios de comunicación, la cual empezó en el momento en que el gobierno cerrara un conocido medio televisivo, ingresara y requisara de forma dudosa las redacciones de varios medios críticos a Ortega, y encarcelada y acusada judicialmente a periodistas con delitos como «alteración del órden público». «Hay periodistas muertos, periodistas presos y sobre todo una gran cantidad de periodistas en el exilio, y los pocos que quedan en Nicaragua poco a poco van a ser reprimidos y tendrán que irse al exilio o terminarán en la cárcel», concluyó.