CARAVANA MIGRANTE

El alcalde de Tijuana arremete contra la caravana migrante

El alcalde de Tijuana anunció que convocará una consulta para que la ciudadanía decida si quiere permitir o frenar de más migrantes que atraviesan México para llegar a EE.UU.

El alcalde de Tijuana arremete contra la caravana de emigrantes.
El alcalde de Tijuana arremete contra la caravana de emigrantes.

El alcalde de Tijuana, cuidad fronteriza con San Diego, EUU, Juan Manuel Gastelum propuso realizar una consulta popular para determinar si la población quiere seguir recibiendo migrantes.

“Estamos elaborando la pregunta, cuál sería la mejor, en donde nosotros los tijuanenses nos manifestemos, y digamos nuestro punto de vista, es válido”, explicó a la prensa.

Y matizó los comentarios que había hecho poco antes sobre la caravana migrante, la cual calificó de «horda». “Los derechos humanos para los humanos derechos”, dijo y aclaró que eso no significa que se violentará los derechos humanos de los migrantes.

Gastélum había declarado que entre los migrantes hay “mariguanos y personas violentas que ponen en riesgo la seguridad de los habitantes”, por lo que nos los quieren en la ciudad fronteriza.

Según autoridades mexicanas, han llegado a Tijuana desde el domingo 3, 223 migrantes de la caravana, pero podrían sumar hasta 5, 000, según la ONG Pueblo sin Fronteras.

El gobernador de Baja California, Francisco Vega, dijo que «habrá cero tolerancia para quien o quienes infrinjan las leyes y reglamentos vigentes en nuestro país».

«No nos quieren aquí»

Por su parte muchos de los migrantes afirman haber sentido en Tijuana una discriminación y rechazo que no habían vivido en otras ciudades.

«No nos quieren aquí, han sido muchos insultos y nos dolió porque pensamos que iba ser igual que en Chiapas, Veracruz y Ciudad de México, y no fue así, aquí nos trataron mal y eso nos desanima», dijo Alexander, un migrante.

«¡Perros! ¡Muertos de hambre! ¡Regresen a su país!», son algunas de las cosas que les dicen a los integrantes de la Caravana migrante en Tijuana.

Alexander dijo a Efe que ante esta creciente hostilidad solo le quedan ganar de volver a Honduras aunque ahora tiene miedo porque el presidente de su país, Juan Orlando Hernández, «ha amenazado que todo aquel que salió del país en la caravana lo meterá a la cárcel tres años».
Según explicó su objetivo era ir a EE.UU. para trabajar, «pero no se pudo y me regreso a Honduras», dijo y anunció que se entregaría al Instituto Nacional de Migración de México para ser deportado.

La presión sobre los migrantes que llegaron a Tijuana alcanzó su mayor nivel durante esta semana con las protestas de centenares de residentes que consideran que su presencia les afectará en su vida cotidiana.

Cerca de 150 vecinos del área residencial de Playas de Tijuana, donde la valla fronteriza se adentra en el mar, protestaron contra su presencia y amenazaron con bloquear los accesos a ese lugar.

Mañana domingo distintas organizaciones llevarán a cabo dos marchas en esta ciudad, una en favor y contra la discriminación y el racismo, y otra de quienes están en contra de la llegada de los centroamericanos y de su estancia.

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