La prensa turca asegura que el periodista saudí fue torturado y decapitado en el consulado

La prensa turca dio detalles este miércoles de cómo habría sido el asesinado del periodista saudita Jamal Khashoggi, desaparecido desde el pasado 2 de octubre luego de ingresar al consultado del reino en Estambul.

El diario turco Yeni Safak afirma haber tenido acceso a grabaciones que comprueban que el desaparecido periodista fue torturado y asesinado en la sede diplomática saudí.

Según Yeni Safak, el periodista fue interrogado, se le cortaron los dedos de la mano mientras aún estaba vivo, y, finalmente, fue decapitado.

El medio agrega que quien dirigió la operación fue Salah Mohamed Al Tubaigy, un experto forense de la Dirección General de Seguridad saudita. Según las grabaciones de audio a las que hace referencia la prensa el cónsul saudita Mohammad al Otaibi pidió: “Hagan esto afuera, me van a causar problemas”. A lo que el forense responde: “Si querés seguir vivo cuando regreses a Arabia Saudita, callate”.

Siete minutos

Otro medio turco, el portal digital Middle East Eye basa su relato en una fuente que tuvo acceso a la grabación de los últimos momentos del periodista.

Según esa fuente, «el propio cónsul fue sacado de la habitación. No hubo ningún intento de interrogarlo [al periodista]. Habían venido a matarlo».

Al tiempo que precisó que el forense cortó el cuerpo del periodista mientras seguía vivo. Lo hacía escuchando música a través auriculares y expresó: “cuando hago este trabajo escucho música. Ustedes también deberían hacerlo”.

El asesinato duró siete minutos, afirma Middle East Eye.

Sin embargo hasta el momento no hay confirmaciones oficiales de Arabia Saudita ni de Turquía.

Lo que se sabe

Lo único que se sabe, o que está confirmado del caso, es que Khashoggi había ido el 28 de setiembre al consulado de su país en Estambul para pedir un certificado de estado civil, necesario para casarse con su novia turca. Allí le dijeron que el documento estaría listo el 2 de octubre, y ese día el periodista volvió a entrar en la legación diplomática. Las cámaras de seguridad fuera del consulado lo registraron cuando ingresaba, pero nunca más se supo nada de él.

También se sabe que ese mismo día 15 agentes sauditas llegaron a Estambul en tres vuelos diferentes y algunos de ellos fueron captados por las cámaras de seguridad del consulado saudí ingresando a la sede diplomática antes de que llegara el periodista. Mientras que se los ve salir tres horas después en varios vehículos.

Desde el día uno Arabia Saudita rechaza las acusaciones y asegura no tener conocimiento de lo que ocurrió con Khashoggi.

El diario The Washington Post, para el cual trabajada el periodista desaparecido, informó que representantes del gobierno turco habían asegurado a sus homólogos estadounidenses tener grabaciones de audio y video comprometedoras del consulado.

El medio estadounidense publicó el miércoles la «última columna» de Jamal Khashoggi, en la que el desaparecido periodista escribe sobre la importancia de la libertad de prensa en el mundo árabe.

Donald Trump por su parte pidió a Turquía que comparta cualquier grabación de audio o video en su poder relacionada con la desaparición del periodista.

Al tiempo que explicó que no solicitó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) que indague en el caso o asista en las pesquisas a Turquía, debido a que Khashoggi no era un ciudadano estadounidense, aunque sí vivía en Washington.

También reconoció que no desea alejarse de Arabia Saudita, porque es un aliado demasiado importante en el tablero geopolítico mundial. “Necesitamos a Arabia Saudita en términos de nuestra lucha contra el terrorismo, y de todo lo que está pasando en Irán y en otros lugares”, dijo.