La crisis de Nicaragua llegó al Consejo de Seguridad de la ONU
Algunos países denunciaron la violación a los derechos humanos y la brutal represión desatada desde el gobierno, mientras que otros consideraron que no se trata de un tema que ponga en peligro la paz y la seguridad internacional, y por lo tanto no debe tratarse en ese órgano.
El Consejo de Seguridad de la ONU abordó este miércoles por primera vez la crisis en Nicaragua a solicitud de Estados Unidos.
“El Consejo de Seguridad no puede ser un observador pasivo mientras Nicaragua sigue descendiendo hacia un Estado fallido, corrupto y dictatorial, porque sabemos a donde lleva ese camino”, manifestó en el inicio de la sesión Nikki Haley, la embajadora estadounidense ante la ONU.
Haley comparó en su intervención la situación de Nicaragua con la de Venezuela y expresó: “Daniel Ortega y Nicolás Maduro están cortados con la misma tela corrupta, los dos son estudiantes de la misma ideología fallida y los dos son dictadores que viven atemorizados de su propio pueblo”.
RT @USUN: The spread of tyranny follows a predictable pattern. #Nicaragua pic.twitter.com/WFeHcvu4oK
— Nikki Haley (@nikkihaley) 5 de septiembre de 2018
Los representantes de otros países como Francia, Holanda, Perú, entre otros, denunciaron también la alegada represión por parte de las autoridades nicaragüenses y expresaron su preocupación por el alto número de víctimas registrado desde el inicio de las protestas en el pasado abril.
El embajador peruano ante el organismo internacional, Gustavo Meza-Cuadra, condenó los actos de represión y violaciones de derechos humanos cometidos por la policía y los grupos paramilitares. “Esas acciones incluyen ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de personas, casos de tortura y de violencia sexual en los centros de detención, así como ataques en contra del clero”, manifestó.
Nicaragua no representa una amenaza para la paz internacional
Por su parte el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, representó al gobierno de Ortega en la reunión y denunció que la sesión del Consejo de Seguridad sobre su país constituía una injerencia y una violación del derecho internacional.
Moncada rechazó que el órgano de la ONU se ocupe de la situación en Nicaragua, al considerar que se trata de un asunto interno que no pone en peligro la paz y la seguridad internacional.
Esa misma postura tuvieron Rusia y China, dos de los cinco miembros permanentes del Consejo.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, defendió los esfuerzos del Gobierno nicaragüense para estabilizar la situación y denunció que el país estaba siendo víctima de presiones externas que dificultan la estabilidad.
Al tiempo que acusó a Estados Unidos de provocar el descontento público con sanciones que minan la economía nicaragüense, con el fin último de lograr un cambio de Gobierno. “Si a Estados Unidos de verdad le preocupan los nicaragüenses, debería levantar sus sanciones económicas”, consideró.
El representante de Bolivia, Sacha Llorenti, también cargó contra Estados Unidos y lo acusó de pervertir los mecanismos de la ONU para llevar al banquillo de los acusados a un país miembro y darle el derecho a uso de la palabra a personas que representaban a solamente uno de los puntos de vista del conflicto. Eso en referencia a la participación en la reunión —por invitación de EE.UU.— del académico nicaragüense, Félix Maradiaga, quien denunció los supuestos crímenes de Ortega.
🎥 Consejo de Seguridad de la #ONU realizó una sesión sobre cooperación entre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales y subregionales en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Mira el discurso de Bolivia aquí: //t.co/QDfJB1pv0H pic.twitter.com/Zykk3QXdzA
— Misión Bolivia ONU (@Bolivia_ONU) 5 de septiembre de 2018
“El interés verdadero de Estados Unidos no es la defensa de la democracia. De ser así, no contarían con una vasta historia de intervencionismo político, de invasiones militares, de apoyo a dictadores y de financiación a golpes de Estado”, aseguró el diplomático boliviano.
«El verdadero interés entonces no es la defensa de los derechos humanos porque si así fuera, Estados Unidos firmaría todos los tratados de ese tema, no habría abandonado el Consejo de Derechos Humanos y no promovería el encarcelamiento de solicitantes de asilo», apuntó.
Y concluyó: «si en verdad la comunidad internacional quiere ayudar a Nicargua, debe hacerlo en el marco de la Carta de la ONU, respetando su soberanía, su indepenendcia y su unidad territorial, solo corresponde a los ciudadanos de ese país resolver sus problemas en el marco de un Estado de derecho».
Mi pronunciamiento a propósito del debate sobre Nicaragua en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas:@cefeche @oppenheimera @laprensa @hrw_espanol pic.twitter.com/jzPBZGQsfH
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) 5 de septiembre de 2018
José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, una organización que ha seguido de cerca la crisis nicaragüense y denunciado al gobierno de Ortega dialogó con El País de Madrid y explicó: “lo que aconteció hoy es extraordinario debido a que la máxima autoridad política de ONU —que solo trata de asuntos de interés y preocupación global— abrió un espacio en su apretada agenda para examinar la situación de Nicaragua. El propósito de esta primera sesión se cumplió plenamente: se informó al Consejo de Seguridad sobre la brutal represión en Nicaragua que ha causado cientos de muertos, miles de heridos y ha forzado a decenas de miles de personas a huir del país».
“La brutalidad del régimen de Ortega ya es percibida a nivel internacional como una amenaza para la estabilidad de la región”, agregó Vivanco.
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