FILIPINAS

Policía de Filipinas promete una nueva guerra contra las drogas «quirúrgica y escalofriante»

El jefe de la Policía filipina, Oscar Albayalde, anunció la nueva campaña al asegurar que el combate contra el tráfico y consumo de estupefacientes "está lejos de terminar".

Policía de Filipinas promete una nueva guerra contra las drogas "quirúrgica y escalofriante"
Policía de Filipinas promete una nueva guerra contra las drogas «quirúrgica y escalofriante»

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, prometió continuar la guerra contra las drogas en su país que ha dejado miles de muertos por disparos de la Policía y de hombres armados desde su llegada al poder en junio de 2016.

El jefe de la Policía filipina, Oscar Albayalde se refirió al tema y advirtió que la lucha será «quirúrgica y escalofriante».

Según publicó Manila Bulletin, el funcionario aseguró que «la Policía Nacional de Filipinas está unida detrás del presidente en reconocer que la guerra contra las drogas aún está lejos de terminar».

Y en ese sentido anunció que la nueva «campaña contra el tráfico de estupefacientes y la criminalidad» se caracterizará por ser «quirúrgica y escalofriante».

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Al tiempo que rechazó las acusaciones de los grupos defensores de los Derechos Humanos, que dicen que agentes de la Policía están ejecutando a los sospechosos basándose en débiles informes de Inteligencia y con el respaldo del mandatario filipino.

La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) puso en marcha una investigación preliminar para determinar si se han cometido crímenes contra la Humanidad en el marco de la lucha contra el tráfico de drogas. Tras la decisión de la corte internacional, Duterte anunció en marzo que Filipinas abandonaría la jurisdicción del TPI.

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Albayalde precisó que la guerra contra las drogas impulsada por Duterte va a ser «recalibrada» y que habrá esfuerzos renovados e intensidad pero con «salvaguardas incorporadas» para garantizar que las operaciones son legales y que respetan los Derechos Humanos.

En este sentido dijo que se va a crear un comité para supervisar a la Policía.

De todas maneras advirtió que los que sigan vendiendo drogas sufrirán «aterradoras consecuencias». Y en ese marco detalló que los sectores de inteligencia de la Policía detectaron a 893 «objetivos de valor», por lo que dijo que ellos y sus «patrones o protectores» van a recibir un «mensaje claro de la certeza del castigo».

Albayalde manifestó que cerca de 1,3 millones de drogadictos y traficantes de poca monta se han rendido a las autoridades y que van a ser vigilados estrechamente, incluidos 215.000 ciudadanos que se están sometiendo a rehabilitación.

La Policía de Filipinas prometió en varias ocasiones que reformaría su campaña contra las drogas, pero los grupos de defensa de los Derechos Humanos sostienen que apenas ha realizado cambios en su estrategia.

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Este lunes además entró en vigencia una medida que obliga a los empleados del Senado filipino a someterse a un control antidrogas.

El primero en realizarse las pruebas fue el presidente de la cámara, Vicente ‘Tito’ Sotto.
El examen, realizado en principio a 419 trabajadores, intenta detectar rastros de cocaína y otras drogas en la sangre.

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