CASO MOLINA THEISSEN

Sentencia histórica en Guatemala: penas de 58 y 33 años para militares por crímenes durante guerra civil

El Tribunal de Mayor Riesgo C de Guatemala sentenció a cuatro militares del alto mando y de la estructura de inteligencia, por la detención ilegal y violación sexual de Emma Guadalupe y la desaparición forzada su hermano de 14 años Marco Antonio Molina Theissen en 1981.

Sentencia histórica en Guatemala: penas de 58 y 33 años para militares por crímenes durante guerra civil.
Sentencia histórica en Guatemala: penas de 58 y 33 años para militares por crímenes durante guerra civil.

Los generales Benedicto Lucas García, antiguo jefe del Estado Mayor General del Ejército; Manuel Antonio Callejas, viejo líder de Inteligencia Militar, y Hugo Zaldaña Rojas, exoficial de inteligencia militar fueron condenados a 58 años de prisión por los delitos de desaparición forzada, violación y delitos contra los deberes de humanidad.

El tribunal también condenó a Francisco Luis Gordillo, excomandante de la Zona Militar de Quezaltenango, a 33 años de prisión por delitos contra los deberes de humanidad mientras que absolvió al general Edilberto Letona de los cargos.

Durante dos meses y medio un tribunal escuchó a peritos, testigos, víctimas y presuntos victimarios sobre lo que sucedió con Emma Molina Theissen, detenida por agentes del Estado en septiembre de 1981 en la Ciudad de Guatemala por su militancia y llevada a un destacamento militar ubicado en Quetzaltenango, al oeste de la capital.

Allí, Emma, que entonces tenía 20 años fue torturada y violada y días después logró escapar de sus captores.

En su búsqueda agentes policiales vestidos de particular llegaron a su casa y al no encontrarla se llevaron a su hermano de 14 años, Marco Antonio Molina Theissen, quien permanece desaparecido desde aquel día.

El tribunal desechó los argumentos de los defensores que justificaron los hechos porque había sido en el marco de una guerra y que lo que hizo el Ejército fue luchar contra el comunismo y la subversión.

«Siempre supieron lo que hacían”, argumentó el tribunal.

Zaldaña Rojas dijo ante el tribunal que Marco Antonio Molina Theissen está escondido en algún lugar y que tiene 42 años.

Por su parte Emma Molina Theissen pidió justicia para ella y su hermano.

«Quiero contarles que no me mataron pero que sí destruyeron profundamente mi vida durante muchísimos años en los que estuve llena de terror, llena de dolor, años en los que no me consideraba merecedora de la vida, consideraba que mi vida era una vida robada a mi hermano”, dijo.

Al tiempo que lamentó haberse fugado porque considera que eso llevó al secuestro de su hermano: “en el momento que se produce mi fuga, se convierte en el peor error, en el peor momento de mi vida y en la peor decisión, porque significó el secuestro y la desaparición de mi hermanito”.

La fiscalía acusó a los militares por la jerarquía y el mando que entonces ostentaban y que no ejercieron para prevenir los hechos a pesar de tener conocimiento de las violaciones a los derechos humanos.

Emma Molina Theissen además reconoció a Zaldaña Rojas como uno de sus violadores y su madre como la persona que se llevó a su hijo menor.

En 2004 la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado guatemalteco por la violación de los derechos humanos de los hermanos Molina Theissen y ordenó la búsqueda de los restos del menor. Hasta ahora esa tarea no se ha llevado a cabo.

«He vivido aplastada por la culpa, llena de vergüenza, llena de dolor, llena de asco, mucho asco. No tienen idea, profanaron mi cuerpo, violentaron toda mi humanidad y eso me va acompañar toda la vida”, concluyó Emma.

Según reporta la prensa local tras finalizar la audiencia los condenados cantaron el himno del Ejército y se abrazaron.

El Ejército dijo que no comentarían el fallo judicial y que el Ministerio de Defensa es respetuoso de lo que ordenen los tribunales.

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