MEDIO AMBIENTE EN RIESGO

Justin Trudeau promete seguir adelante con los polémicos oleoductos pese a protestas

El primer ministro canadiense dijo que está dispuesto a usar dineros públicos para financiar la controvertida expansión que los opositores aseguran tendrá serias consecuencias ambientales.

Foto: facebook.com/JustinPJTrudeau
Foto: facebook.com/JustinPJTrudeau

El primer ministro canadiense Justin Trudeau ha dicho que el gobierno de Canadá está dispuesto a usar el dinero de los contribuyentes para impulsar los planes para una polémica expansión del oleoducto, a pesar de las protestas y los esfuerzos de un gobierno provincial para detener el proyecto por motivos ambientales.

Durante meses, las provincias de Alberta y Columbia Británica han estado en la mira de la empresa Kinder Morgan, con sede en Texas, EE.UU., pretendiendo expandir un oleoducto existente y colocar cerca de 1.000 kilómetros de tubería nueva desde las arenas petrolíferas de Alberta hasta la costa del Pacífico.

Si bien el proyecto podría permitir a Alberta -sin acceso al mar- llevar su bitumen (mezcla de arena, minerales y partículas de petróleo) a los mercados de Asia y reducir su dependencia del mercado estadounidense, ha encontrado oposición en Columbia Británica sobre el potencial de derrames de petróleo y el impacto que podría tener un aumento dramático en el tráfico de buques cisterna en los ecosistemas de las orcas residentes del sur de la región, una población que ya está a punto de extinguirse.

Amenazas y promesas

La semana pasada, Kinder Mongan Canada anunció que abandonaría el proyecto si no ve voluntad política de llevar adelante el proyecto. Entonces fue que Trudeau salió al paso a tranquilizar a los empresarios asegurando que estaría dispuesto a meter la mano en el erario público para continuar con el oleoducto.

El plan se ha convertido en una prueba de fuego para el gobierno liberal de Trudeau, que asumió el cargo en 2015 con la promesa de alcanzar un equilibrio entre el crecimiento económico, los problemas medioambientales y la reparación de la relación tensa del país con los pueblos indígenas. «Si bien los gobiernos otorgan permisos para el desarrollo de recursos, solo las comunidades pueden otorgar permisos», señaló la plataforma del partido Liberal en 2015.

Después de tomar el poder en 2017, el gobierno provincial de Columbia Británica, una coalición de izquierda que depende del apoyo del Partido Verde, prometió utilizar todas las herramientas disponibles para detener el proyecto.

Al aprobar el proyecto en 2016, Trudeau expresó: «He dicho incontables veces que no hay un país en el mundo que pueda encontrar miles de millones de barriles de petróleo y dejarlo en el suelo mientras exista un mercado para él».

Los ecologistas y la oposición política han hecho llamados exitosos a decenas de manifestaciones que han reunido tanto a aborígenes como a residentes de las ciudades cercanas al paso del oleoducto, como medidas para alzar la voz contra el plan.

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