Puigdemont viaja a Dinamarca pese a riesgo de ser arrestado
El ex presidente catalán llegó a la capital danesa en medio del insistente pedido del gobierno español de que se le detenga por delitos de sedición y malversación de fondos.
El ex presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, aterrizó en la capital danesa de Copenhague, procedente de Bruselas, viaje que hizo con la intención de participar en un debate organizado por la Universidad de Copenhague.
El ex presidente del Govern catalán viajó en la línea aérea de bajo costo Ryanair procedente del aeropuerto de Bruselas-Charleroi y aterrizó en la capital danesa sobre las 8.20 hora local (7.20 GMT), según pudo constatar la agencia EFE.
Desde la Fiscalía General del Estado de España se solicitó dar curso a la detención en Dinamarca de Puigdemont, quien está acusado de sedición y malversación de fondos al impulsar y llevar adelante un referendo independentista que estuvo marcado por la violenta intervención de las fuerzas de seguridad nacionales.
Según dijeron fuentes de la Fiscalía General del Estado a una agencia de noticias, la solicitud de detención se ha remitido al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena y solo para Dinamarca, tras la primera salida de Bruselas de Puigdemont.
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Candidato a la presidencia
Al Parlament de Catalunya llegó una mayoría de diputados independentistas. Si bien ningún partido es mayoría, la sumatoria de todos los legisladores que abogan por la separación da un número más grande que el de aquellos que apuntan hacia Madrid como el centro de mando nacional.
El ahora presidente del Parlamento, Roger Torrent, propuso este lunes a Carles Puigdemont como candidato a la presidencia de la Generalita, cargo que se votará en debate a fin de mes.
Puigdemont salió de Cataluña hacia Bruselas el pasado 30 de octubre después de que el Parlamento de la región autónoma aprobada una declaración de independencia que, según el ejecutivo de Mariano Rajoy, es ilegal. Por medio del sonado artículo 155 de la Constitución española, el mandatario disolvió el Parlamento y separó a Puigdemont del cargo, al tiempo que le imputo a él, a su vice presidente, Orio Junqueras, y a otros funcionarios de su govern, delitos de sedición y malversación.
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