FARC y ELN: “El paramilitarismo es la mayor amenaza para la paz”
Tras reunirse en Ecuador delegados de la exguerrilla de las FARC y el ELN acordaron un "defensa conjunta del proceso de paz" en Colombia.
Representantes de la exguerrilla colombiana de las FARC —ahora convertida en partido político— y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se reunieron en Montecristi, Ecuador con la presencia de autoridades del Gobierno colombiano, y anunciaron la «defensa conjunta del proceso de paz».
A través de un comunicado conjunto, titulado «Declaración de Montecristi» manifestaron la «firme decisión de llegar a la paz completa y a los cambios y transformaciones que anhela la mayoría de los colombianos y colombianas».
Compartimos la declaración del encuentro de las delegaciones del ELN y las FARC, realizado durante el 22-23 oct.//t.co/8dbFFT4Wvz pic.twitter.com/BW7dRUMxqM
— ELN Paz (@ELN_Paz) 23 de octubre de 2017
El texto expresa la disposición de ambos de trabajar en pos de «realizar la defensa conjunta del proceso de paz y de explorar mecanismos comunes para que se cumpla el acuerdo suscrito entre el Gobierno y las FARC-EP, avance la agenda de conversaciones pactada entre el Gobierno y el ELN, así como armonizar los dos procesos». «Hemos decidido la creación de un mecanismo conjunto entre las dos fuerzas, cuyos resultados estaremos informando al gobierno, al país y a la comunidad internacional», especifica el texto.
En reunión con @ELN_Paz decidimos la creación de un mecanismo conjunto para la defensa de los acuerdos. //t.co/yjrJs2eQko #PazCompleta pic.twitter.com/QtFHY75Ru6 — FARC (@FARC_EPueblo) 23 de octubre de 2017
Ambas parte reconocen los avances de los últimos años en la solución política del conflicto al tiempo que expresan su rechazo a lo que consideran «una persecución, manifestada en el creciente número de asesinatos y encarcelamientos de líderes sociales, defensores de derechos humanos y el asesinato de treinta excombatientes de las FARC».
En el documento denuncian que la mayoría de esos hechos «permanecen en la impunidad» y cuestionan a la Fiscalía colombiana que «de manera equivocada» no encuentra conexión entre los mismos.
«Hacemos un llamado a las organizaciones de víctimas, defensoras de derechos humanos, y a los sectores democráticos y alternativos a la organización, a la denuncia, la resistencia, la movilización, defensa de la vida, del territorio, las garantías y los Derechos Humanos de los colombianos», expresa el documento.
«El paramilitarismo es la mayor amenaza para la paz de Colombia, la sociedad y la democracia», consideran ambos grupos por lo que creen necesario «tomar medidas efectivas e inmediatas para el desmantelamiento definitivo de las operaciones y organizaciones paramilitares y sus redes de apoyo».
Sobre la solución al problema de los cultivos de uso ilícito critican el «tratamiento exclusivamente represivo» de las autoridades «para dar cumplimiento a compromisos adquiridos con los Estados Unidos», y consideran que es necesario «actuar con sensatez, con soberanía y que el Estado cumpla los compromisos adquiridos con las comunidades, implementar Planes de sustitución, programas de inversión social, transparencia en el manejo de los recursos, así como la formalización de la propiedad de la tierra y el fortalecimiento de la convivencia».
El campesinado cultivador de coca no es narcotraficante, solo busca sobrevivir en medio de la desigualdad. Los acuerdos se deben cumplir. pic.twitter.com/IyEX2tiupM
— FARC (@FARC_EPueblo) 23 de octubre de 2017
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