A un año del impeachment: “Dilma era una presidenta incómoda para la clase política que la destituyó”

El abogado y ex ministro de Justicia de la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó -a un año de la votación en el Senado brasileño que sacó a Rousseff del poder- que está a la espera de un fallo de la corte para anular el proceso de impeachment que terminó con la destitucion de su defendida.

“Dilma era una presidenta incómoda para la clase política que la destituyó”, aseguró José Eduardo Cardozo, al tiempo que consideró que la imagen del Gobierno de Michel Temer -quien asumió el poder tras la salida de Rousseff- solo se agrava con el pasar de los días: «El gobierno de Temer es un desastre en todo sentido. Sobre todo porque siendo el vicepresidente de Rousseff siguió el programa del adversario de Dilma, el derrotado Aécio Neves. Es un gobierno al servicio del mercado financiero, predatorio, absolutamente aislado de la sociedad”, expresó.

Sobre el proceso que sacó a Rousseff del poder el abogado precisó que el Supremo Tribunal Federal tiene una apelación al juicio político que fundamenta que se trató de una estrategia de desvío de poder del grupo político del presidente Michel Temer para tomar el gobierno y ejercer la defensa ante la Operación Lava Jato desde el Poder Ejecutivo.

Según explicó la antigua oposición y el grupo del entonces vicepresidente Temer se unieron para derrocar a Rousseff porque ella no controlaba el avance de las investigaciones de la Operación Lava Jato que podía comprometerlos.

“Aquello que hablábamos se confirmó, lamentablemente. Ningún gobierno surgido de un golpe parlamentario contra la democracia podría sacar al país de la crisis. Es más, la crisis se agravó, tenemos un presidente denunciado por corrupción en el cargo. Dilma fue sacada por una cuestión técnica sin sentido, indebidamente”, expresó el abogado.

A pesar de saber que políticamente las chances de revertir el juicio político son muy pocas, Cardozo entiende que la Corte debe asumir la responsabilidad de votar esta apelación. “Pusimos un mandato de seguridad ante el supremo tribunal que espera juzgamiento. La acusación fue un pretexto jurídico, una situación presupuestaria que todos los presidentes hicieron, una decisión que no es ilegal y ni siquiera es una acción dolosa”, dijo en referencia a los motivos que llevaron al inicio del juicio político.

El abogado manifestó que el proceso de destitución se inició cuando Eduardo Cunha, del PMDB y aliado de Temer, ganó la presidencia de la Cámara de Diputados. Actualmente Cunha está prisión y fue procesado a 15 años de cárcel por casos de corrupción.

El defensor de Rousseff argumentó algo que fue confirmado por el propio Michel Temer y señaló que “este proceso está basado en el desvío de poder, en usar el impeachment porque Dilma no quiso proteger a Cunha de las acusaciones. Varios parlamentarios se unieron para separar del cargo a Dilma porque ella no controlaba la Operación Lava Jato. Incluso el senador Romero Jucá (líder del gobierno en la cámara alta), dijo que había que sacar a Dilma para evitar la sangría de la clase política tradicional”.

Cardoso detalló que en su presentación ante la Corte Suprema destacó el papel de Cunha en todo el proceso debido a que Dilma terminó siendo la persona que le impedía desviar dinero público. “Esto debe ser investigado porque abrió el camino de la tragedia democrática que ocurrió en Brasil”, expresó.

En abril de este año Temer reconoció en una entrevista televisiva que el proceso de impeachment que destituyó a la mandataria electa Dilma Rousseff se gestó como un acto de venganza del ex titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha después de que el PT le quitara su apoyo en el Comité de Ética.

Finalmente Cardozo defendió a la Operación Lava Jato como mecanismo contra la corrupción pero consideró que el juez Sérgio Moro incurrió en una fragilidad jurídica asustadora al condenar sin pruebas en el expediente y basándose en convicciones personales al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva a nueve años y medio de prisión.

”Brasil un año después del golpe”

Este jueves Dilma Rousseff encabezará un acto en Río de Janeiro bajo el título de ”Brasil un año después del golpe”, en el que evaluará la agenda de retrocesos implementada por el gobierno de Michel Temer.

El evento fue organizado por el diputado federal del Partido de los Trabajadores (PT) Wadih Damous y el diario Brasil de Fato, en conmemoración al primer aniversario de la destitución de Rousseff por parte del Senado de Brasil.

La semana pasada, a raíz de las privatizaciones anunciadas por el Gobierno de Temer, el Partido de los Trabajadores emitió un comunicado en el que denunció que «en el país del golpe» las grandes decisiones son tomadas en Washington y Wall Street, y la orden dada es vender y saquear a Brasil.

«El golpe siempre tuvo como propósito principal hacer retroceder a Brasil a la época colonial, de país pequeño, dependiente, tecnológicamente atrasado y sumiso a los intereses del gran capital internacional», expresaba el texto.

«En realidad, el verdadero motivo para la implantación de esas medidas anti-brasileñas es realizar grandes negociados que solo enriquecerán a los golpistas y sus socios en detrimento de los intereses nacionales», advertía el texto.