Senado estadounidense rechaza retirar el Obamacare, un duro revés para Trump

El Partido Republicano volvió a perder el pulso en su intento de eliminar el plan de salud que dejó la administración de Barack Obama, lo que representa un duro fracaso para Donald Trump, siendo una de sus principales promesas de campaña el implementar un nuevo sistema.

El senado votó contra la iniciativa -popularmente llamada «Trumpcare» en un tercer intento fallido por aprobar la reforma sanitaria del mandatario estadounidense, para muchos una clara señal de la división dentro de las filas del Partido Republicano.

La oposición de John McCain y otros dos senadores republicanos fue definitiva en el resultado, que fue de 51 votos en contra y 49 a favor.  «Tres republicanos y 48 demócratas dejaron tirado al pueblo americano. ¡Como dije desde el principio, dejen que el Obamacare implosione, y listo. ¡Observen!», dijo Trump en su cuenta oficial de Twitter.

3 Republicans and 48 Democrats let the American people down. As I said from the beginning, let ObamaCare implode, then deal. Watch!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de julio de 2017

Trump y su insistente plan de salud

Desde que Trump ganó las elecciones, el Obamacare ha estado en su mira para destruirlo, asegurando que causa grandes gastos para el Estado y que no necesariamente es el mejor para la salud de los estadounidenses. El Trumpcare no ha podido ni siquiera acercarse a ser aprobado porque los mismo republicanos no han podido ponerse de acuerdo entre sí para actuar como bloque.

Cálculos preliminares hechos por la Oficina Presupuestaria del Congreso de EE.UU. concluyó que con el plan de salud de Trump unas 16 millones de personas perderían su cobertura de salud, en un país donde la industria de la salud excluye a gran parte de la población, y los que pueden pagar deben desembolsar cientos o miles de dólares por mes en una aseguradora, o en simples procedimientos médicos.

Además, se estima que las pólizas subirían un 20% en promedio, todas aseveraciones que Trump niega insistiendo en que su plan es mejor que el de Obama.

Las negociaciones deben reiniciar desde ahora, pero una futura votación podría llegar al mismo puerto si los republicanos no solucionan sus grandes y diversas fracturas políticas.