ALEMANIA

Más de 500 niños del coro de Ratisbona, dirigido por el hermano del papa Benedicto XVI, sufrieron abusos sexuales y físicos

El informe final de la investigación sobre casos de abusos en el coro de la catedral Ratisbona en Alemania reveló que al menos 547 niños fueron víctimas de abusos físicos y sexuales entre 1945 y los años 90. El escándalo había estallado en 2010 e involucra al hermano del papa Benedicto XVI, quien fue director del coro entre 1964 y 1994.

Foto tomada del 'Deutsche Welle'.
Foto tomada del ‘Deutsche Welle’.

Al menos 547 niños del coro de la catedral de Ratisbona en Alemania fueron víctimas de los abusos sexuales y físicos perpetrados por sacerdotes y profesores entre 1945 y los años 90, reveló el informe final del abogado Ulrich Weber, contratado por la Iglesia para investigar el caso, que estalló en 2010 y salpicó al hermano del papa Benedicto XVI.

El informe detalla que de los 547 que niños sufrieron abusos físicos y malos tratos, 67 sufrieron agresiones sexuales, incluyendo violaciones.

«Los afectados describieron sus años escolares como una prisión, como un infierno y como un campo de concentración. Muchos se referían a esos años como la peor época de su vida, caracterizada por el miedo, la violencia y el desamparo», expresó Weber, citado por diario alemán ‘Deutsche Welle’.

La investigación realizada por el abogado identificó a 49 personas, entre sacerdotes y profesores que «con alta probabilidad» incurrieron en esas prácticas, de las cuales nueve perpetraron las agresiones sexuales.

El hermano del papa vinculado

Las conclusiones del trabajo de Weber constatan que los responsables de la escuela debieron tener al menos «conocimientos superficiales» de lo que estaba ocurriendo. Entre los responsables figura Georg Ratzinger, hermano del papa emérito Benedicto XVI, ya fue director musical del coro entre 1964 y 1994.

El caso estalló en 2010, cuando el coro, con más de 1.000 años de antigüedad, recibió una ola de denuncias de abusos sexuales interpuestas por antiguos miembros, y tomó gran repercusión a nivel internacional por la implicación del hermano de Benedicto XVI.

Para Weber el hermano del papa emérito tuvo conocimiento al menos de los castigos físicos que se infligían en la institución, aunque probablemente no de los casos de abusos sexuales. Y señaló que ni él ni el resto de sacerdotes tomaron medidas, al imperar dentro de la Iglesia una «cultura del silencio», lo que les permitió llevar a cabo las agresiones durante seis décadas, y lo que ha dificultado la investigación ahora de esos casos.

En 2010 Ratzinger negó a la prensa alemana tener conocimiento de los casos y catalogó a la acusación como «una locura». «Si hubiera conocido los excesos de violencia que se estaban ejerciendo, habría hecho algo», dijo en una entrevista en la que pidió perdón a las víctimas. «Al principio, yo también daba bofetadas, pero siempre tuve mala conciencia», agregó.

Como responsable de la situación, por razones de jerarquía, el informe señala al entonces obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig, quien no abordó con la responsabilidad debida la tarea de esclarecer lo que ocurría ahí.

Los autores del informe esperan que su investigación ayude a las víctimas a encontrar la paz y aliviar el sufrimiento que vivieron de niños.

El año pasado, la Iglesia ofreció a las víctimas una compensación económica de entre 5.000 y 20.000 euros. Ahora se espera que tras la publicación del informe final de Weber la cifra sea decidida por una entidad independiente.

Por su parte el representante del colectivo de víctimas, Peter Schmitt, elogió el trabajo de Weber, por considerar que ha contribuido enormemente a sacar a la luz esos casos, aunque advirtió que sigue habiendo una «cifra oscura» de víctimas anónimas que no se han atrevido aún a relatar la experiencia vivida.

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