ONU: Siembra de coca aumentó 52% en Colombia en 2016

 

De acuerdo con un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2016 se sembraron 146.000 hectáreas de hoja de coca, 52% más que el año anterior, lo que confirma una tendencia al alza en la industria del tráfico de cocaína.

El cálculo de la ONU es más conservador que el difundido por la Casa Blanca a principios de año, en el que el número asciende a 188.000 hectáreas en 2016. Ya son tres años de aumentos paulatinos, pero nunca se había registrado un aumento tan abrupto.

Pese a los esfuerzos del Gobierno de Juan Manuel Santos, y de las Fuerzas Armadas, apoyados por Estados Unidos durante años, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Drogas y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) la producción potencial de cocaína se disparó 34% en un año y se acercó a una cifra récord de 866 toneladas métricas, jamás alcanzadas hasta ahora.

Difícil erradicación

«Todos los recursos presupuestales posibles para este año 2017 están ya a disposición de la erradicación», aseguró a la prensa el ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, quien ofreció dimitir a su cargo si las plantaciones continúan extendiéndose en este año.

En lo que va de 2017, las autoridades han logrado erradicar de forma forzosa 21.000 hectáreas de las 50.000 que el Gobierno tiene pensadas. Otras 50.000 deben ser sustituidas por otras plantaciones, uno de los puntos del reciente acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El Estado ofrece subsidios para que los campesinos acepten plantar alimentos en vez de hoja de coca. Sin embargo, algunos expertos advierten que sin la presencia de las FFAA, y después de la retirada de las FARC de la zona, otros grupos armados dedicados al narcotráfico ocuparán los espacios.

También se registró en Colombia un aumento de 44% de la deforestación, un problema directamente derivado de los cultivos ilícitos y la minería ilegal. Se calcula que 82.000 familias en todo el país viven del cultivo de coca, pero cada campesino gana solo US$1.180 al año, la más ínfima de las ganancias del multimillonario negocio de la cocaína.