POLÉMICA MEDIDA

Testigos de Jehová exigen que hayan dos testigos en casos de abuso sexual

Debido a que la secta religiosa interpreta de forma literal la biblia, uno de sus versículos exige que se sustente con al menos dos testigos cualquier denuncia de pecado, incluyendo aquellos tan graves como el abuso sexual infantil.

Foto: jw.org
Los Testigos de Jehová hacen interpretaciones literales de la biblia, algunas más estrictas que otras. Foto: jw.org

La regla de «los dos testigos» consiste en que, para que la organización Testigos de Jehová (Jehovah’s Witnesses, en inglés) decida castigar a alguien por algún pecado, debe haber al menos dos personas que hayan presenciado la falta, algo que por obviedad aplica para delitos de abuso sexual.

Según publicó BBC, Karen Viney fue doble víctima dentro de la organización, al ser abusada cuando tenía 12 años por parte de un superintendente de la secta, y al ser ignorada su denuncia ante los líderes. Ella decidió contar de los hechos, cuando había cumplido 15 años, a su padre, que tenía un cargo similar. De inmediato presentaron la denuncia ante las autoridades de los Testigos de Jehová en su ciudad Barry, Gales, en el Reino Unido. Los encargados escucharon la declaración de la muchacha, pero aseguraron que la regla de «los dos testigos» debía cumplirse: como nadie había presenciado los abusos sexuales, el caso quedó impune.

«Los Testigos de Jehová intentan basar su fe en las escrituras y, como la mayor parte de las denominaciones cristianas, escogen determinados versículos a los que les otorgan un peso mayor que a otros», explicó Ross Blackman, quien por años fuera líder religioso de los Testigos de Jehová y ahora pertenece a la Iglesia de Escocia. «La regla de los dos testigos es un buen ejemplo de ello», criticó.

«Tú hallas esa norma en el Antiguo Testamento, en un par de capítulos del Deuteronomio. En el primer ejemplo, se trata de un caso de pena de muerte en el que se señala que no será aplicada a menos que haya dos testigos y quizá puedes entender por qué podría ser prudente en esa situación», agregó Blackman en su entrevista para la BBC. «También aparece en otros lugares. Hay ejemplos de dos testigos de quienes se espera que prueben que hubo cierto comportamiento, especialmente cuando se le atribuye a alguien de autoridad», añadió.

Miles de casos de abuso sexual

En el 2015 se dio el primer juicio por abuso sexual sucedido dentro de la organización JW (siglas de su nombre en inglés), el cual fue representado por la abogada Kathleen Hallisey. La jurista destacó que la iglesia se apega fielmente a la norma, haciendo que los casos queden sin castigo alguno.

«Difícilmente hay dos testigos para un caso de abuso y si ello es una exigencia para que se produzca una investigación y, además no hay una denuncia ante las autoridades sobre la supuesta agresión, entonces no sólo los niños siguen sufriendo sino que el agresor sigue allí afuera, libre para seguir delinquiendo», consignó Hallisey.

«Ciertamente, las cifras de casos de los Testigos de Jehová no son tan numerosas como las de los católicos, pero cuando miras el grado de encubrimiento y hasta dónde están dispuestos a llegar para evitar develar documentos en relación con abusos sexuales a menores, entonces creo que es un escándalo de ese nivel», afirma.

En 2016, un una comisión especial investigadora publicó un informe con duras críticas a JW sobre casos de abuso sexual infantil cometidos en Australia, todos impunes dentro del grupo religioso por la regla de los dos testigos.

El informe concluyó -entre otra cosas- que la organización estaba absolutamente comprometidos con la norma, la cual interpretan como «palabra divina», o sea dictada por Dios. La comisión evidenció que existieron unos 1.800 casos de pederastia adentro de JW desde la década de 1950.

Por medio de un comunicado de prensa, Watchtower, como se hace llamar la casa matriz de la secta religiosa en el Reino Unido, aseguró que rechazan el abuso sexual contra menores, y que el hecho es considerado «un delito terrible un un pecado». Aseguraron que los superintendentes no protegen a los abusadores de enfrentar a la Justicia o de sufrir consecuencias por sus actos, y aseguraron que las víctimas y sus padres tienen «todo el derecho» de reportar lo ocurrido a las autoridades policiales.

Karen Viney volvió a reportar el caso a la Policía 28 años después de sucedido, y esta vez trascendieron más abusos cometidos por el agresor, quien era cuñado de su padre, y terminó condenado a 14 años de prisión. Pero aseguró que nunca recibió apoyo de la organización para hacer una denuncia penal. «Nadie en los Testigos de Jehová me dijo que fuera a la policía. Yo sabía que quería hacerlo, pero incluso después de decírselo a mi padre él sintió que necesitaba contactarlos para saber si estábamos autorizados o no para hacerlo», concluyó la mujer.

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