El partido de Macron logra la mayoría absoluta en unas elecciones parlamentarias marcadas por una abstención récord

En una jornada marcada por una abstención inaudita superior al 50%, se celebró este domingo la segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia en las que se confirmó que el flamante mandatario, Emmanuel Macron y su partido La République en Marche!, obtuvo la mayoría absoluta para gobernar.

A una hora del cierre de los comicios, el Ministerio del Interior francés informaba que apenas el 35,3% de los habilitados había asistido a votar.

Según los primeros sondeos el partido de Macron y sus aliados consiguieron más de 350 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional.

«Los franceses han preferido la esperanza a la cólera», aseguró el primer ministro conservador designado por Macron, Édouard Philippe.

Por su parte Christophe Castaner, el portavoz del gobierno consideró «los franceses no nos han dado un cheque en blanco, intentaremos merecer su confianza, debilitar las fuerzas extremistas y evitar que en el futuro se repitan estos niveles de abstención».

El resto de los partidos

Los primeros sondeos también confirmaron que los conservadores del partido de derecha Los Republicanos superaron sus propias expectativas obteniendo un centenar largo de diputados y se convirtieron en la segunda fuerza política del país. El coordinador de la campaña derechista, François Baroin, señaló que son la «principal fuerza opositora» de Macron y adelantó que serán una «oposición firme» a sus políticas.

«Macron tiene el conjunto de los poderes. Le deseo buena suerte. Pero nosotros hemos conseguido un grupo suficientemente importante para hacer escuchar nuestros compromisos y nuestras convicciones (…) Vamos a poner de manifiesto nuestras diferencias, sobre todo, en el aspecto fiscal», señaló.

Por su parte la excandidata presidencial, Marine Le Pen logró convertirse en diputada tras tres intentos fallidos, pero su partido el ultradrechista Frente Nacional sufrió una dura derrota teniendo en cuenta que fue la segunda fuerza más votada en las elecciones presidenciales accediendo históricamente al balotaje. Para la líder ultraderechista el resultado de este domingo es «escandaloso» y lamentó el «poco interés de los ciudadanos» que no asistieron a votar, afirmando que ahora Francia «va al son de Bruselas».

En ese sentido aseguró «combatiremos con todas nuestras fuerzas los proyectos del Gobierno dictados desde Bruselas», al tiempo que citó como principales caballos de batalla la subida de impuestos, la política migratoria y los tratados internacionales de librecambio.

Le Pen advirtió a Macron de que, pese a su mayoría absoluta en la cámara, «sus ideas son minoritarias en el país» y «los franceses no las apoyarán».

Otro de los grandes derrotados fue el exgobernante Partido Socialista que se quedaría ahora con entre 27 y 49 diputados junto a sus socios ecologistas, cuando hasta hace poco gozaban de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Tras los primeros resultados el primer secretario socialista, Jean-Christophe Cambadélis, presentó su dimisión: «hay que construir una nueva oferta política de izquierdas para contrarrestar el neoliberalismo y el nacionalismo», indicó al tiempo que anunció que una dirección colectiva se hará cargo del partido.

«La izquierda tiene que cambiar forma y fondo, ideas y organizaciones, abrir un nuevo ciclo. Hay que volver a pensar las raíces del progresismo, que son el estado del bienestar y la extensión constante de los derechos», expresó Cambadélis, quien pidió a Macron que «escuche al país».

Finalmente la Francia Insumisa del izquierdista Jean-Luc Mélénchon podría conseguir su objetivo de poder formar grupo parlamentario propio, para lo que se necesitan 15 escaños, ya que los últimos sondeos le dan entre 15 y 30 diputados.