ESPAÑA

Rajoy rechaza negociar referéndum catalán alegando que «viola la Constitución»

En respuesta a la solicitud del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont de abrir una negociación sobre los términos y condiciones para celebrar el referéndum de autodeterminación de Cataluña, Mariano Rajoy reiteró no que está dispuesto a negociar la iniciativa, por considerar que "viola la Constitución" y “amenaza la convivencia”.

Rajoy rechaza negociar referéndum catalán alegando que "viola la Constitución".
Rajoy rechaza negociar referéndum catalán alegando que «viola la Constitución».

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, se ha negado a negociar la celebración del referéndum catalán tras la carta enviada por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont este miércoles.

En la misiva Puigdemont le solicita formalmente a Rajoy «que los dos gobiernos se puedan sentar en la mesa a dialogar», al tiempo que le plantea la necesidad de «buscar una solución política pactada y acordada que dé respuesta a la demanda de la ciudadanía de Catalunya de poder decidir sobre su futuro», algo para lo que la Generalitat tiene «la máxima voluntad», afirma Puigdemont.
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«El Gobierno español ha reconocido que la cuestión catalana es un asunto de Estado que requiere la máxima atención» agrega en el texto el presidente de la Generalitat, por lo que asegura «ha llegado el momento imprescindible de iniciar el diálogo».

En la carta se adjunta el acuerdo del Govern por el que se decide solicitar formalmente el comienzo de las negociaciones «sobre los términos y las condiciones del referéndum en el que los ciudadanos y las ciudadanas de Catalunya podrán decidir con su voto el futuro político del país». Así como también la moción aprobada por el Parlament que insiste en la necesidad de la celebración de un referéndum «pactado y acordado», de acuerdo con los términos de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, que regula las condiciones de este tipo de procesos. La moción constata el mandato democrático vigente para la celebración de un referéndum «con las máximas garantías» y que busque el reconocimiento previo de la UE y la comunidad internacional.

“Quedamos a la espera de su respuesta para empezar el diálogo tan pronto como sea posible”, finaliza el texto.

Luego en declaraciones al canal catalán 8TV, Puigdemont advirtió a Rajoy que esta oferta sería la última: “Si la respuesta al final es un no, creo que sería de indolentes insistir en un camino que ya hemos recorrido“. El gobierno regional catalán busca organizar la consulta en el otoño europeo de este año, con o sin permiso de Madrid.

Respuesta

Rajoy emitió su respuesta en una carta en la que asegura que su voluntad «de dialogar y de llegar a acuerdos» con la Generalitat de Cataluña es «plena y sincera», pero que esa actitud de entendimiento «tiene como único límite el respeto a la soberanía nacional y al Estado de Derecho que rige en nuestro país».

El mandatario español afirma que ni él ni el jefe del Ejecutivo catalán tienen «capacidad para negociar» sobre aquello sobre lo que no la «no disponen». «Ello supondría hurtar de sus derechos al conjunto del pueblo español y, por ende, a los catalanes y ningún legítimo gobernante puede proceder de esta manera», precisó.


Rajoy adelantó que podrá satisfacer la propuesta política a la que le invita Puigdemont, ya que ello supondría «pactar con el Gobierno catalán la forma de vulnerar el núcleo esencial de la Constitución española».

«Lo que no cabe es plantear una negociación a espaldas de los verdaderos cauces democráticos y de la ley», resaltó el mandatario, apuntando que en el ordenamiento español existen mecanismos para plantear «toda clase de aspiraciones políticas» siempre que se proceda «por los cauces democráticamente previstos y conciten el apoyo parlamentario necesario».

«Mal se compadece el diálogo que dice ofrecer con la amenaza de una declaración de independencia para el caso de no ser satisfechas sus pretensiones», señaló Rajoy, que concluyó su texto instando al Ejecutivo catalán a «recuperar los planteamientos» que se ajusten «al común marco de convivencia y respondan a las necesidades reales de los catalanes».

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