INCAA

Rechazan intervención del Gobierno argentino del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales

Los Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) expresaron su “más absoluto rechazo y repudio” ante la amenaza del normal desarrollo de la actividad audiovisual” y a las formas con las que el Gobierno de la República Argentina ha decidido, “sorpresivamente, llevar adelante una violenta intervención de un ente autárquico como lo es el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA)”.

incaaDías pasados se trascendió que el ministro de Cultura de Argentina, Pablo Avelluto, solicitó la renuncia del presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Alejandro Cacetta, y del rector de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), Pablo Rovito, por presuntas “irregularidades”.

A raíz de ello, los Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) expresaron su “más absoluto rechazo y repudio” ante los hechos que “amenazan el normal desarrollo de la actividad audiovisual nacional”, y a “las formas con las que el Gobierno de Argentina ha decidido, sorpresivamente, llevar adelante una violenta intervención de un ente autárquico como lo es el INCAA, organismo consagrado por Ley y Patrimonio Cultural de los argentinos”.

Consideran que aun cuando se pretenda “disimular, el verdadero objetivo que provoca toda esta desmedida y sobreactuada reacción oficial es el Fondo de Fomento, que sustenta toda la actividad de la producción audiovisual”.

Dichos fondos están conformados por “aportes fijos” establecidos en porcentajes según la Ley de Cine 17.741, sancionada en 1968 y reformada en 1994 por el Congreso de la Nación, con la incorporación del aporte económico de la televisión.

Agregan que la Ley ejemplar la citada, “que fuera principalmente impulsada por los Directores Argentinos Cinematográficos en una histórica lucha a la que se sumaron, uno a uno, los distintos sectores de la cinematografía, certificó el unánime consenso de toda la industria”. El Instituto Nacional de Cinematografía pasó entonces a ser Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.

“Desde entonces, el mundo entero ha sido testigo del desarrollo de nuestro cine nacional y de su valoración en todas las pantallas, afirmando el crecimiento de su público y de toda la industria audiovisual y cultural que representa”, expresan.

También remarcan que “solo tienen cine aquellos países que lo protegen, y privilegian su producción como actividad promotora de su cultura nacional y su historia, para los argentinos y para todo el mundo”.

En Argentina, los fondos de fomento cinematográfico “provienen en parte del 10% del valor de la entrada que paga el espectador para ir al cine, y otra parte mayoritaria deviene del canon que pagan las empresas concesionarias de radios, canales de televisión abierta y cable, para poder utilizar las señales que son de la nación y gracias a las cuales esas empresas obtienen su lucro comercial”, se indica.

Aseguran, asimismo, que es posible que una nueva Ley llamada de Convergencia, promovida por el Poder Ejecutivo, que dejó sin efecto la Ley de Servicios de comunicación audiovisual haciendo uso de un decreto de necesidad y urgencia “cuya presentación al Congreso ha sido aplazada para después de las elecciones, cambie el status de los canales de cable a compañías de telecomunicaciones, con lo cual ya no deberán cumplir con el pago del canon establecido por la Ley”.

También según la reformulación del Sistema Tributario Argentino, propuesto por la consultora económica FIEL, que obra en poder del Gobierno a su pedido, como consta en el Boletín Oficial, “estas corporaciones podrían ser eximidas de este tributo igual que ya lo han sido otras de rubros mineros y agrícolas”. 

Vaciamiento

Para que el INCAA “no sea obstáculo el día en que fuera así desfinanciado, ahora se trataría de vaciarlo”.

“Si ese fuera como parece el verdadero objetivo de la situación desatada, DAC defenderá junto a la Multisectorial Audiovisual que conforma, en conjunto con todas las instituciones nacionales, y con las más firmes acciones a su alcance, la plena vigencia de la Ley que contribuyó a crear, los fondos de Fomento Cinematográfico, la existencia del INCAA, su autarquía, y también la continuidad de la magnífica tarea de la ENERC como irremplazable institución de la educación audiovisual argentina”, afirman los directores de cine argentinos.

Los directores cinematográficos argentinos aseguran que “no es posible hoy confiar en quienes con una falta de diálogo absoluto, con objetivos poco claros que se amparan en reformas en búsqueda de una llamada transparencia, toman casi por asalto el INCAA, olvidando todo su significado histórico y avanzando sobre los fondos que le son propios a la actividad de la producción audiovisual nacional”.

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