ELECCIONES ECUADOR

Swedish Doctors for Human Rights pide a Ecuador que mantenga el asilo diplomático a Julián Assange tras las elecciones

"Nuestra organización de derechos humanos, SWEDHR, hace votos para que el asilo diplomático a don Julián Assange continúe; las razones bajo las cuales dicho asilo le fue otorgado por el gobierno de Ecuador son objetivas y siguen vigentes", concluye una declaración de la organización sueca sobre el asilo a Julian Assange tras las elecciones celebradas en el país sudamericano este domingo.

Swedish Doctors for Human Rights pide a Ecuador que mantenga el asilo diplomático a Julián Assange tras las elecciones.
Swedish Doctors for Human Rights pide a Ecuador que mantenga el asilo diplomático a Julián Assange tras las elecciones.

Este domingo 2 de abril se llevará a cabo la segunda vuelta electoral en Ecuador. Los ecuatorianos asistirán a las urnas a decidir cuál es el rumbo que quieren para el país, y para la región, un nuevo gobierno progresista o un giro a la derecha.

Las elecciones en Ecuador sin importantes para toda América Latina por ese motivo, pero también lo son para el fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien desde 2012 se encuentra refugiado en la embajada de Ecuador en Londres gracias al asilo otorgado por el gobierno de Rafael Correa.

Los dos candidatos presidenciales que compiten por la presidencia en la jornada de hoy son el exvicepresidente de Correa, Lenín Moreno y el empresario derechista Guillermo Lasso, ambos tienen puntos de vista distintos sobre la situación de Assange.

Moreno es partidario de mantener el apoyo de Assange y ha declarado públicamente que él es bienvenido a permanecer en la embajada ecuatoriana. De todas maneras luego del triunfo electoral en la primera vuelta Moreno aclaró que estaría dispuesto a mantener el asilo del periodista australiano pero que éste debería cumplir una serie de requisitos como por ejemplo mantener «el respeto en sus declaraciones con respecto a nuestros países hermanos y amigos» y no interferir en la política de otros países, en clara referencia a la interferencia de Wikileaks en las elecciones presidenciales de Estados Unidos donde se acusó a Assange de querer perjudicar a Hillary Clinton para favorecer a Donald Trump y generó «problemas» para Ecuador, quien decidió restringir por un tiempo el acceso a Internet de Assange en la embajada.

Por el otro lado, Lasso accionista mayoritario del Banco de Guayaquil de Ecuador ha dicho sobre el caso de Assange que en caso de asumir el poder otorgará a al señor Assange 30 días para salir de la embajada.

Lazo explicó que la presencia de Assange en la embajada es una carga para los contribuyentes ecuatorianos.

Organización sueca pide a Ecuador que mantenga el asilo

La organización sueca, Swedish Doctors for Human Rights emitió una declaración sobre el asilo de Ecuador a Julián Assange.

Dicha organización con sede en Suecia que trabaja investigando temas relacionados con la salud en torturas, atrocidades de guerra, y violaciones de derechos humanos, analizó la situación de Assange y lamentó el accionar jurídico de su país que desde hace seis años espera por tratar el caso del fundador de Wikileaks, quien fue acusado de abuso sexual en ese país. A su vez destacan que las denuncias en contra del periodista australiano hayan surgido por parte de la propia policía y no de las denunciantes.

Tras exponer las razones por las cuáles Suecia «persigue» a Assange, en favor a Estados Undios, la organización «hace votos para que el asilo diplomático a don Julián Assange continúe; las razones bajo las cuales dicho asilo le fue otorgado por el gobierno de Ecuador son objetivas y siguen vigentes».

Declaración completa:

El Consejo de Directores de nuestra organización, Swedish Doctors for Human Rights, me ha encomendado en su nombre dirigirme al público ecuatoriano con motivo de la cuestión sobre asilo diplomático a Don Julián Assange.

Como es de amplio conocimiento, el panel de las Naciones Unidas [UNGWAD] que examinó acuciosamente el caso de la detención del señor Assange, concluyó que el gobierno de nuestro país lo ha mantenido arbitrariamente bajo una orden de arresto en base a acusaciones no probadas, y además, sin serias intenciones de completar una ‘investigación pre-judicial’ que ha transcurrido ya más de seis años –una demora record en Suecia. Un particular agravante conocido en este último año, lo constituye que las acusaciones fueron formuladas por representantes del aparato del estado, y no por la iniciativa de personas privadas. Una conclusion similar sobre la detención arbitraria de Assange por parte de Suecia, había sido obtenida por SWEDHR, basado en un análisis de la “Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políticos”, en un estudio publicado en News Voice en abril de 2015.

El sustrato de la hostil posición sueca en contra de WikiLeaks, en parte se encuentra en las denuncias hechas por WikiLeaks sobre la entonces secreta cooperación del gobierno sueco con los organizaciones de Inteligencia estadounidense sobre el suministro a USA de datos personales y privados de ciudadanos suecos. Pero respecto al tema concreto de la investigación iniciada por la fiscalía sueca, el antecedente se encuentra sin embargo en petición directa hecha por los militares estadounidenses a sus subordinados suecos que participaban –y aún participan– bajo mando militar estadounidense en la ocupación de Afganistán.

La organización publicista WikiLeaks comenzó a ser mayormente conocida en lo internacional, justamente por las revelaciones que el equipo de Julián Assange hizo sobre los crímenes de guerra en Iraq y en Afganistán.

Ya en 2014, dimos a conocer al púbico de Suecia revelaciones basadas en los documentos de Edward Snowden, que muestran como el gobierno de los EEUU pidió en Agosto de 2010 a los contados gobiernos participando en la ocupación militar de Afganistán, entre ellos Suecia, que iniciaran un proceso al fundador de WikiLeaks Julián Assange. Semanas después, estando Assange en Londres, una fiscal sueca emitió una orden de arresto para proceder a interrogarlo sobre acusaciones– que como vimos anteriormente– fueron en lo central redactadas por la policía, no por las supuestas ‘denunciantes’.

En un desarrollo paralelo de los acontecimientos en torno a Julián Assange, se inició en los Estados Unidos un proceso sobre las actividades de WikiLeaks, referidas a que las revelaciones hechas por la organización de Assange habrían comprometido asuntos seguridad nacional. Estos expedientes se han ido engrosando a lo largo de los años con la sucesiva instrumentación de otros instrumentos legales, tales como los referentes a terrorismo cibernético y la aplicabilidad del llamado Patriotic Act.

El inminente riesgo de una extradición de Julián Assange a los Estados Unidos, hecho que en 2016 fue por primera vez reconocido por Suecia como una viabilidad factible, ocasionó en lo fundamental el otorgamiento de asilo diplomático a Assange por parte del gobierno ecuatoriano.

En gobiernos regidos en democracia –como así lo fuese ejercida en la reciente elección presidencial en los EEUU, mañana en Ecuador o el próximo año en Suecia– las instituciones democráticas que aquellos países abrigan no las cambia un sufragio sino la historia.

Más allá de una cuestión de interpretación jurídica, o de una legislación vigente que cualesquiera mayoría legislativa puede alterar o incluso derogar, el tema del asilo diplomático otorgado a extranjeros constituye en los países latinoamericanos una esencia de su civilización.

En el recorrido latinoamericano por las avenidas de la independencia que comenzara hace dos siglos, este estandarte de civilización, la tradición sobre el asilo político, lo ha llevado en alto precisamente la República del Ecuador.

El embajador de Ecuador en Chile, Francisco Borja, al explicar porque su país le otorgó asilo a Julián Assange, declaró al mismo tiempo:
«El Ecuador es un país de larga tradición de asilo político».

«Es el país número uno en Sudamérica en número de asilados y refugiados»

En la inmensa perspectiva de nuestra especie, como asimismo en la de la historia de nuestros pueblos, la visita que habremos hecho como individuos a la vida en general, y en particular a la gestión política ya sea nacional o internacional, es infinitesimalmente breve; y a lo largo del tiempo resultará imponderable.
Sin embargo, la historia de los gobiernos quedará siempre como objeto de análisis por parte de futuras generaciones. A la postre, será un juicio social hecho por nuevos sistemas y en los que la humanidad, la solidaridad y la compasión será el criterio de los únicos tiempos capaces de sobrevivir.

Los sólidos lazos de amistad, de hermandad, que de antaño han honrado las repúblicas de Ecuador y Chile, también traslucen sus respectivos compromisos con los derechos humanos. Uno fundamental entre estos derechos es el respeto al asilo.

Por ello, esta última estrofa en el himno nacional de un pueblo hermano, bien se confunde en el verso de la idiosincrasia política ecuatoriana:

«Que o la tumba serás de los libres,
O el asilo contra la opresión.

Nuestra organización de derechos humanos, SWEDHR, hace votos para que el asilo diplomático a don Julián Assange continúe; las razones bajo las cuales dicho asilo le fue otorgado por el gobierno de Ecuador son objetivas y siguen vigentes.

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