La jefa de la comisión de la ONU que acusó a Israel de apartheid contra Palestina renunció tras la presión para que retire el informe

La jordana Rima Khalaf, secretaria general adjunta y secretaria ejecutiva de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental de las Naciones Unidas (CESPAO), renunció a su cargo el pasado viernes luego de un informe publicado por la CESPAO en que se acusa a Israel de haber establecido un régimen de apartheid contra el pueblo palestino. Kahalaf decidió renunciar antes de ceder a la presión ejercida por EE.UU. aliado de Israel, de eliminar dicho informe.

El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric comunicó en rueda de prensa que el secretario general de la ONU aceptó la dimisión de Khalaf y explicó que el informe en cuestión fue retirado del sitio web de las Naciones Unidas «por no haberlo consultado con nadie en la sede de la ONU».

«No se trata del contenido (del informe), sino del procedimiento… No se pueden publicar documentos bajo el nombre y la égida de la ONU sin haberlo consultado con los respectivos departamentos o con el propio secretario general», explicó el portavoz.

Dujarric detalló que en todo caso, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se pronuncia en apoyo a los derechos de los palestinos y defiende el «principio de dos Estados, uno palestino y otro israelí».

No ceder a la presión

Tras la renuncia de Khalaf, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, le concedió la medalla del más alto honor a la funcionaria por no ceder a la presión de retirar un informe de la ONU que acusa a Israel de imponer un “régimen de apartheid” a los palestinos, y defender los derechos del pueblo palestino.

Rima Khalaf explicó sobre su renuncia que “era de esperar que Israel y sus aliados ejercieran una enorme presión sobre el secretario general de las Naciones Unidas para que retirara el informe, y el secretario general me indicó que lo retirara. Le pedí que reconsiderara su postura al respecto, pero él insistió, así que le presenté mi dimisión a las Naciones Unidas. Los crímenes que Israel continúa cometiendo contra el pueblo palestino y en Líbano equivalen a crímenes de guerra contra la humanidad”.

Por su parte el líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala consideró que dimisión de la funcionaria de la ONU tras acusar en un informe a Israel de «apartheid» contra los palestinos muestra la debilidad de la organización y su incapacidad de defender los derechos de los pueblos. En un discurso transmitido por la cadena de televisión al Manar, perteneciente a su grupo, dijo que «Al someterse esta organización internacional a las presiones ejercidas por los EEUU e Israel, demostró que es muy débil para defender los derechos de los pueblos».

A su vez explicó que los expertos «presentan un análisis objetivo de los hechos en el terreno, llegando a una conclusión exacta basada en la definición legal del delito de apartheid».

El texto de la CESPAO concluía que hay pruebas que muestran que «más allá de toda duda razonable Israel es culpable de políticas y prácticas que constituyen el crimen de apartheid, tal y como está definido jurídicamente en instrumentos legales internacionales».

Conformidad

Por su parte el Gobierno israelí manifestó su conformidad con la dimisión de Khalaf, a aquien acusó de tratar de dañar al país durante años, y defendió que los «activistas antiisraelíes no tienen sitio en Naciones Unidas».

«La decisión del secretario general es un paso importante para terminar con la parcialidad contra Israel en la ONU», dijo el embajador israelí ante la organización, Danny Danon.

En el mismo sentido, EE.UU. quien calificó el informe de propaganda antiisraelí también celebró la decisión de Guterres de desautorizarlo.
«Cuando alguien publica un informe falso y difamatorio en nombre de la ONU, es apropiado que esa persona dimita», dijo la embajadora estadounidense ante la organización, Nikki Haley.