Julian Assange sobre la filtración de la CIA: «Es un acto histórico de devastadora incompetencia»

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange ofreció una rueda de prensa a través de Facebook desde la embajada de Ecuador en Londres, donde vive refugiado desde 2012, para responder preguntas sobre la filtración de documentos que evidencian las fallas en la seguridad de la CIA y lo programas de hackeo utilizados por la agencia estadounidense.

El periodista austaliano atacó a la agencia por haber creado las herramientas para someter a control teléfonos, ordenadores y televisores conectados a Internet y luego habérselas dejado robar, y afirmó: «la CIA ha perdido el control de su arsenal de armas cibernéticas, ahora pueden estar en manos de cualquiera», lo que calificó como un acto histórico de incompetencia devastadora».

Assange dijo que «por razones obvias», su portal no va a revelar los millones de códigos de piratería electrónica de las ciberarmas, virus, troyanos y demás ‘malware’ que están en manos de WikiLeaks, sino que se limitará a hacer pública la información sobre ellas.

Press Conference on CIA Vault 7Thursday 9:45 a.m.Tweet questions at #AskWLwikileaks.org/civ7p1 //t.co/TTIGmF59TJ

— WikiLeaks (@wikileaks) 9 de marzo de 2017

Assange reveló que ese fue un tema de discusión dentro de su organización y que finalmente habían decidido llevarla a cabo sólo parcialmente, evitando sacar a la luz algunas de las ciberarmas más peligrosas,

Las herramientas de piratería electrónica desarrollada por la CIA pueden controlar e inhabilitar los dispositivos de los usuarios por todo el mundo, así como insertar y extraer información de ellos. Assange criticó la CIA por crear todo un arsenal cibernético y guardarlo en un solo lugar, lo que terminó favoreciendo la filtración.

«Es el mayor arsenal de virus y troyanos del mundo. Puede atacar la mayoría de los sistemas que utilizan periodistas, gente de los gobiernos y ciudadanos corrientes. No lo protegieron, lo perdieron, y luego trataron de ocultarlo», lamentó el activista.

El fundador de WikiLeaks dijo también que la plataforma compartirá detalles sobre las herramientas de ‘hackeo’ de la CIA con empresas de la industria tecnológica como Samsung, Apple y Google antes de hacer pública información sobre aquellas y que ofrecerá ayuda a las mismas para defenderse de los hackeos.

Assange consideró que es urgente crear un ‘antídoto’ frente estas armas de la CIA, por eso su portal lo que está haciendo es aumentar el conocimiento sobre estas armas en manos de las agencias de Inteligencia para que se cree una ‘convención de Ginebra digital’ que proteja a la población civil de los ciberataques.

La filtración

La filtración de WikiLeaks incluyó la publicación y liberación de 8.761 archivos internos de la CIA, y según detalló el portal contiene datos de 2013 a 2016 y recoge la artillería tecnológica desarrollada por los servicios secretos para infiltrarse a través de Internet en todo tipo de aparatos domésticos y convertirlos en sirvientes, incluso con escuchas. Las debilidades de los IPhone de Apple, el Android de Google, Windows de Microsoft o las pantallas de Samsung habrían sido detectadas por la CIA y aprovechadas con el fin de convertir esos aparatos en micrófonos encubiertos de la agencia estadounidense en todo el mundo.

Por ahora la CIA no ha confirmado ni desmentido el origen del material, y busca a un responsable, según fuentes cercanas a la investigación se trataría de personas cercanas a la CIA, y no de una potencia extranjera como se podría especular con Rusia, acusado de espiar a EE.UU. en diversas oportunidades. En el texto que acompañó la liberación de los datos WikiLeaks dio a entender que el encargado de filtrar la información sería más bien un contratista o un especialista externo. «El archivo parece haber estado circulando en forma no autorizada entre antiguos hackers y proveedores del Gobierno, uno de los cuales ha proporcionado fragmentos a Wikileaks», señalaba el documento.

En la búsqueda del autor del robo de información el FBI ha abierto una investigación en la que se espera que presten declaración cientos de posibles implicados.