Secretario general de la ONU exhorta a frenar intentos de readmitir la tortura

Durante el discurso de inauguración de la primera sesión anual del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), el secretario general, Antonio Guterres, alertó sobre el «fenómeno perverso del populismo» que se extiende propagando la intolerancia y rechazó enérgicamente la tortura como un mecanismo aceptando para ningún caso, algo que defiende por ejemplo por el presidente de EE.UU. Donald Trump para casos terroristas.

«Vemos prosperar el fenómeno perverso del populismo y el extremismo en un contexto de creciente ola racista, xenófoba, antisemita y islamófoba, entre otras formas de intolerancia», dijo al tiempo que instó al mundo a resistirse en contra de los «intentos por readmitir la tortura» como mecanismo institucional, en el marco de la lucha para acabar con el terrorismo y las amenazas de seguridad que afrontan diferentes países del mundo.

«Tenemos que resistir de manera contundente los llamamientos para reinstaurar la tortura porque es cobarde, produce información que no es útil y llena de vergüenza a cada país que la práctica», declaró Guteres.

El portugués también exhortó a luchar contra los intentos de reinstauración de la pena de muerte dentro de los códigos penales de los países, y habló de su experiencia personal como portugués, dado que su nación decidió abolir este tipo de condenas desde hace aproximadamente 150 años.

Derechos Humanos

El secretario general de la ONU también se refirió a los derechos humanos de millones de refugiados e inmigrantes y advirtió que estos se encuentran bajo amenaza. En ese sentido llamó a los Estados miembros de la ONU, a implementar mecanismos de defensa para los grupos de desposeídos y perseguidos con violencia.

«El tráfico de personas está en aumento y vemos a tanta gente que huye de guerras que la comunidad internacional no debe eludir sus responsabilidades (…) Nuestro desafío aquí no es tanto compartir esta carga, sino compartir la responsabilidad», expresó.

Finalmente Guterres remarcó que los derechos humanos viven en un período «de emergencia», ante situaciones como las que viven las minorías autóctonas, los inmigrantes y refugiados, y comunidades como los LGTB (Lesbianas, Gays, Bi y Trans) que tienen que enfrentar en su día a día «discriminaciones y abusos en todo el mundo», que constituyen «una enfermedad» que está en expansión, y en ese contexto el trabajo de los Derechos Humanos «es parte de la cura».

El funcionario de la ONU instó a los miembros del Consejo de Derechos Humanos (compuesto por 47 Estados) a actuar de manera imparcial, e invitó al rechazo de cualquier utilización política de los derechos humanos
«La credibilidad del Consejo se basa en dar un tratamiento equilibrado a todos los Estados», concluyó.