CRISIS CARCELARA

Otro motín en cárcel de Brasil deja al menos 26 muertos

Ya son 130 los presos muertos en 2017 por la guerra entre bandas de narcos en las prisiones de Brasil.

Otro motín en cárcel de Brasil deja al menos 26 muertos. Foto: AFP
Otro motín en cárcel de Brasil deja al menos 26 muertos. Foto: AFP

Al menos 26 presos fueron asesinados, algunos de ellos decapitados y desmembrados, durante un enfrentamiento entre grupos criminales en una cárcel de Natal, en el nordeste de Brasil en lo que fue el tercer gran motín del año en prisiones brasileñas en el marco de una sangrienta guerra entre grupos criminales por el control del narcotráfico en el país.

En 15 días del 2017 ya son 130 los presos fallecidos en las cárceles de Brasil. Los mayores episodios sucedieron en Manaos, con 56 muertos entre el 1 y el 2 de enero, y Roraima, con 33 fallecidos el pasado 6.

Tras 14 horas de conflicto el secretario de Seguridad Pública del estado de Río Grande do Norte, Caio Bezerra, confirrmó que hasta el momento «Fueron verificados 26 muertos». El caos tuvo lugar entre la tarde del sábado y la mañana de ayer, en la Penitenciaria Estatal de Alcaçuz, en la ciudad de Nisia Floresta, en Natal y la mayor cárcel del nororiental estado de Río Grande do Norte, y dejó una vez más en pocos días en evidencia crisis carcelaria en el gigante sudamericano.

El Instituto Técnico de Pericia de Rio Grande do Norte (Itep) informó a la televisora Globo que la cantidad de víctimas fatales había aumentado a por lo menos 30. Sin embargo, más tarde el gobierno de Río Grande publicó en su sitio web que los cadáveres contabilizados eran 26, aunque aclaró que la cuenta se dificultaba porque la mayoría de los cuerpos hallados estaban mutilados.

El secretario de Justicia del estado, Walber Virgolino, aseguró que seis de los cabecillas de la rebelión habían sido identificados y se solicitaría el traslado de ellos a prisiones federales.

La prensa local atribuyó los disturbios en Alcaçuz a un enfrentamiento entre integrantes del Comando de la Capital (PCC) -la mayor organización criminal brasileña, con sede en San Pablo- y el Sindicato del Crimen (SDC), de fuerte presencia en el noreste del país.

Crisis carcelaria

La semana pasada el Gobierno brasileño envió la Fuerza Nacional, un cuerpo de elite de la Policía, a los estados de Roraima y Amazonas, donde se registraron las más cruentas rebeliones, pero la acción comienza a repetirse en otros centros y expone uno los principales problemas de las cárceles de Brasil, el hacinamiento. En Natal por ejemplo la prisión del conflicto tiene cabida para poco más de 600 personas pero alberga a más de 1000 presos.

El Gobierno también se ha comprometido a destinar un presupuesto de 135 millones de dólares para instalar “dos escáneres” en todas las cárceles y la construcción de cinco prisiones federales, para garantizar la seguridad y reducir el hacinamiento.

Michel Temer dijo en Twitter que seguía de cerca el trágico suceso y ordenó prestar “todo el auxilio necesario” a las autoridades del estado de Rio Grande do Norte, mientras que el Ministerio de Justicia convocó a los secretarios de Seguridad de todos los estados del país a una reunión para estudiar “medidas inmediatas para la crisis del sistema penitenciario”, que además de las matanzas recientes ha registrado numerosas fugas.

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