IRREGULARIDADES

La negligencia puede haber sido la principal causa de la caída del avión de LaMia

Las autoridades bolivianas presentaron una querella contra la empresa aérea Lamia, tras encontrar indicios de "posibles incumplimientos de deberes, incumplimiento de control interno, posiblemente uso indebido de influencias y omisión de denuncia" que originaron el accidente que terminó con la vida de 71 de las 77 personas que iban a bordo.

La negligencia figura como la principal causa de la tragedia de Chapecoense.
La negligencia figura como la principal causa de la tragedia de Chapecoense.

 

El pasado lunes un avión de la empresa aérea boliviana Lamia se estrelló cerca de Medellín, Colombia con 77 personas a bordo, entre ellas el equipo del club de fútbol brasileño Chapecoense, sus dirigentes y varios periodistas que viajaban a Colombia para disputar y cubrir la primera final de la Copa Sudamericana. Solo seis personas sobrevivieron.

Desde el primer día la falta de combustible se presentó como la gran causa del accidente y en los días siguientes diversos documentos señalan que hubo negligencia por parte del piloto, Miguel Quiroga, quien falleció en el accidente, así como también de algunos empleados que permitieron en vuelo.

El plan de vuelo que tenía Quiroga señalaba que debía detenerse a reabastecerse de gasolina en Cobija o en Bogotá, sin embargo el piloto no cumplió con el plan y decidió ir directamente a Medellín. Gustavo Vargas, representante de la aerolínea siniestrada expresó: «el piloto toma la decisión de no entrar porque pensó que le alcanzaba el combustible. Se trata de un piloto de mucha experiencia que hizo su entrenamiento en Suiza», y agregó «tenemos que investigar el porqué tomó la determinación de irse en forma directa a Medellín».

Por su parte el Gobierno de Bolivia comunicó que encontró indicios de irregularidades en el funcionamiento y operaciones del avión de Lamia.

«Hemos encontrado indicios de posibles incumplimientos de deberes, incumplimiento de control interno, posiblemente uso indebido de influencias y omisión de denuncia», informó el ministro de Obras Públicas y Transporte, Milton Claros.

Ante esa situación las autoridades bolivianas presentaron una querella contra la compañía aérea, los funcionarios y el director en funciones dentro de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

Una de las principales teorías sobre el siniestro plantea que la aeronave no debió realizar ese vuelo directo desde Santa Cruz hasta Medellín y se quedó sin combustible poco antes de llegar al aeropuerto de Rionegro, que sirve a la ciudad colombiana.

«Llama la atención la relación entre servidores públicos y la empresa», señaló el ministro boliviano y añadió que paralelamente a la querella se abrió una investigación para establecer la existencia de vínculos entre funcionarios de la DGAC y Lamia, lo que incluye una investigación a los socios de la empresa privada, los directores y sus capitales.

Uno de los principales objetivos de la investigación es también determinar cómo el avión pudo realizar ese vuelo directo y cómo obtuvo la autorización para operar.

«Amerita sanciones drásticas al interior, en Bolivia, (y) las vamos a tomar, porque es un tema penal, porque se han sacrificado más de 70 personas en este tema, por una inacción, una irresponsabilidad, al cumplimiento de la normativa», aseguró el ministro.

Investigarán a la empleada que autorizó el vuelo

La Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea de Bolivia (Aasana) anunció que investigará a la funcionaria que advirtió la falta de combustible antes del vuelo que terminó estrellándose poco antes de arribar a Medellín.

Celia Castedo Monasterio una funcionaria con más de 30 años de experiencia fue quien revisó el plan de vuelo de la aeronave de la empresa Lamia antes de su despegue y advirtió que el avión no tenía suficiente combustible para llegar a otro aeropuerto en caso de emergencia, sin embargo permitió que se realice. Ahora según informó el diario brasileño Globo será sometida a un proceso de investigación por negligencia, porque la Aasana quiere saber por qué lo autorizó.

Un informe publicado esta semana por la funcionaria describe la conversación que mantuvo con el despachador de Lamia antes del despegue del avión. La mujer señala que advirtió a Lamia que la autonomía de vuelo no era la adecuada y que sería necesario elaborar un plan alternativo.

La funcionaria explicó que el despachador de Lamia había hablado con el piloto y le había dicho que no había ningún problema con la autonomía del avión.

«No, señora Celia, esta autonomía es suficiente. Haremos el vuelo en menos tiempo, no se preocupe», fue la justificación que Monasterio asegura que le dieron.

¿5.000 dólares podrían haber evitado la tragedia?

Quiroga además de ser el piloto del vuelo era uno de los accionistas de la compañía, por lo que su decisión de no detenerse en Bogotá a reabastecerse de combustible podría estar relacionado con las finanzas de la empresa, ya que según los cálculos haber aterrizado allí le hubiera generado un gasto de 5000 dólares a la compañía.

El avión siniestrado era un RJ85 que no cuenta con una autonomía suficiente para viajes prolongados. Según expertos cercanos a la Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos, quienes colaboran con la investigación, 5000 dólares le habrían bastado al LaMia para cubrir el valor de la parada técnica.

Un avión como el que se accidentó requiere 20.600 libras de combustible para llenar su tanque. Esto significa que hubieran tenido que pagar 4827 dólares de combustible, ya que en Bogotá el galón cuesta 1,57 dólares, y a eso habría que sumarle el pago por el uso del aeropuerto y por el servicio en tierra, con lo que se sumarían los 5000 dólares.

Sin embargo nuevas informaciones señalan que el costo para la aerolínea boliviana hubiera sido mucho mayor si se detenía en Bogotá ya que las autoridades colombianas sospechan que para el momento en el que el 2933 pasó por el centro del país ya venía con el nivel de combustible por debajo del mínimo permitido. Por lo tanto aterrizar en Bogotá habría garantizado la seguridad del vuelo, pero habría activado un protocolo de control que podía terminar en la inmovilización del avión y una multa de un mínimo de 25.000 dólares.

Entonces la especulación, ante un piloto que falleció en la tragedia y no puede dar su explicación, es que Quiroga se arriesgo en continuar directamente hasta Medellín. El problema, con el que no contaba, es que cuanto estaba llegando un avión de Viva Colombia había pedido prioridad para aterrizar por una posible fuga de combustible y demoraron el aterrizaje del vuelo de Quiroga, quien no habría informado de su emergencia de la manera que debió haberlo hecho pidiendo una prioridad absoluta. Cuando lo hizo ya no hubo tiempo para nada más según reveló el audio de la última conversación entre el piloto y la torre de control difundido por los medios colombianos.

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