Brasil: oposición se afirma en el pedido de Impeachment a Temer

A tres meses de la destitución de Dilma Rousseff por parte del Senado de Brasil, su reemplazante Michel Temer, uno de los principales defensores del Impeachment contra Dilma puede enfrentarse a su propio juicio político.

Legisladores de la oposición brasileña presentaron el lunes un primer pedido de destitución contra Temer, quien es para ellos un presidente ilegítimo. La iniciativa del proceso está enmarcada en la supuesta participación de Temer en un caso de tráfico de influencias de uno de sus ministros.

El ahora ex ministro de Cultura de la cartera de Temer, Marcelo Calero, presentó su renuncia hace unos días y denunció que otro ministro, Geddel Vieira Lima lo había presionado para resolver un asunto de interés privado.
Calero dijo a la prensa, y luego a la Policía, que Vieira Lima lo presionó para que el Instituto del Patrimonio Histórico (Iphan), que dependía de su cartera, aprobara un proyecto inmobiliario en Salvador de Bahia (noreste) en el que había comprado un apartamento.

Mientras que denunció que cuando fue a contar lo sucedido al presidente el propio Temer lo había instado a buscar una solución al problema porque había generado “dificultades operacionales” en su gabinete y Geddel Vieira estaba “irritado” con el asunto. Calero dijo además que había grabado la conversación que ya fue entregada a la policía federal.

Temer por su parte admitió haber tratado el asunto con Calero, lamento el hecho de que exista una grabación realizada de manera clandestina pero alegó que su actuación se limitó a “arbitrar” un conflicto entre sus ministros.

Impeachment

Toda esa situación llevó a la oposición a considerar la posibilidad de iniciar un juicio político contra el mandatario. El diputado Iván Valente, del partido Socialismo y Libertad, uno de los impulsores del pedido de impeachmet presentado el lunes explicó que “Geddel Vieira Lima practicó tráfico de influencias y su superior, Temer, en vez de advertir y reprimir esa acción, fue condescendiente con ella» y agregó «presionó y de cierta forma amenazó al ex ministro Calero”.

Desde la oposición consideran que si se confirma la participación e intento de influencia de Temer en este caso, para el beneficio personal de uno de sus ministros, el mandatario habría cometido un crimen de responsabilidad que avala la destitución. A su vez señalan que ese hecho significa incluso un crimen de responsabilidad «mayor» que el que utilizaron para sacar a Dilma, quien fue acusada de maquillar las cuentas públicas.

El martes se realizó una nueva reunión entre los movimientos sociales, miembros de la oposición y abogados y definieron presentar otra solicitud formal de un impeachment contra Temer el próximo 6 de diciembre. La misma será presentada por la sociedad civil con el apoyo de la oposición parlamentaria.

Además del inicio de un juicio político contra el mandatario los diputados del Partido de los Trabajadores pedirán un cambio en la constitución para permitir, en caso de que suceda un juicio político en 2017, que el proceso de elección de un nuevo presidente se de por la votación popular. Bajo el formato actual, la elección sería indirecta, es decir hecha por los diputados.

Los impulsores explicaron que ante la crisis económica, política y social en que se encuentra Brasil la única forma de darle fuerza a un presidente es que sea legitimado por las urnas.

De todas formas más allá de los dos pedidos, el ya presentado el lunes y el que se hará el próximo martes la idea de un juicio político contra Temer tiene escasas posibilidades de prosperar debido al amplio apoyo el mandatario tiene en el Congreso. Para que el proceso de impeachment comience a tramitarse debe obtener luz verde por parte del presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, que en este caso es muy próximo a Temer.