Nicolás Maduro: «No vamos a permitir un golpe Parlamentario en Venezuela»

El presidente de Venezuela, que regresó este martes al país tras una gira de cinco días por Oriente Medio para negociar sobre el precio del petroleo e incluyó paradas para reunirse con el papa Francisco en el Vaticano y con el próximo secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, se refirió a los últimos acontecimientos en la Asamblea Nacional que decretaron la ruptura del orden constitucional y lo acusaron de dar un golpe de Estado. Maduro aseguró que se trata un «coletazo» del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien quiere «hacerle daño a Venezuela antes de abandonar su cargo».

El mandatario venezolano sentenció: «No vamos a permitir un golpe parlamentario en Venezuela», y recordó que la Constitución otorga al presidente el poder de defender el derecho a la libertad, a la democracia y a la vida del pueblo venezolano.

Por su parte el jefe del Gran Polo Patriótico, Héctor Rodríguez, dijo que los diputados de derecha de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela intentaron aprobar un documento sin » ninguna base constitucional» para abrir un juicio político contra el presidente Nicolás Maduro, pese a que esta figura no existe en la Constitución desde 1999.

Este martes el Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora realizó una sesión para «evaluar» la situación del presidente Maduro y acordaron iniciar un juicio político y penal contra el presidente, para determinar su responsabilidad en la ruptura del orden constitucional por la suspensión del referendo revocatorio. A su vez lo acusan de «abandono del cargo» cuando este se encontraba de gira por Oriente Medio.

Los diputados de la derecha calificaron al proceso iniciado de «juicio político» aunque no está estipulado en la Carta Magna, y acordaron citar a Maduro a la sesión del próximo martes para que «se someta al escrutinio del pueblo» y responda a las acusaciones.

Por otro lado mantienen la convocatoria impulsada por el derechista Henrique Capriles a la «Toma de Venezuela» para este miércoles, fecha en la que debía ser el primero de tres días para la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral), último paso antes del llamado a referendo y con el cual la oposición se proponía poner en evidencia el mayoritario rechazo al gobierno de Maduro.

Dicho proceso quedó suspendido la semana pasada luego de que siete tribunales penales regionales denunciaran fraude en la primera etapa de recolección de las firmas del 1% del padrón electoral, necesarias para autorizar la etapa siguiente de recolección propiamente dicha de las firmas. Los tribunales encontraron que entre las firmas figuraban fallecidos, condenados, menores de edad y otros falsos electores por lo que se anuló la etapa.

Mientras ambos, Gobierno y oposición se acusan de «golpismo» manejan la posibilidad de una mesa de diálogo con facilitación del Vaticano para el próximo domino.

Sí al diálogo

Además de rechazar un posible golpe Parlamentario el mandatario venezolano resaltó la necesidad de dialogar con la oposición de ese país para alcanzar la paz y señaló «Voy a seguir insistiendo en el diálogo y yo mismo voy a ir a la mesa a conversar con todos los actores que estén ahí». Mientra que agregó «Llamo a los sectores de la derecha que quieren diálogo a que no se dejen convencer por el odio».

«El domingo vamos a dialogar con todos los poderes del Estado en nombre del pueblo venezolano», enfatizó el mandatario quien activó el artículo 323 de la Constitución de la República de Venezuela en defensa de la paz.
Por su parte, la canciller venezolana Delcy Rodríguez manifestó que el marco de los diálogos entre el Gobierno venezolano y la oposición debe ser el respeto a la soberanía de Venezuela, «el pueblo venezolano merece la paz y la justicia».

«Fuerzas de la oposición tratan de derrocar un Gobierno legítimo», denunció y recordó que el asedio reciente al presidente venezolano Nicolás Maduro no es nuevo porque en el Gobierno del comandante Hugo Chávez también hubo intentos de desestabilización.