Evo Morales y Cristina Fernández reiteraron su apoyo a Dilma

Este lunes, mientras la presidenta de Brasil (separada de su cargo desde el pasado mayo), Dilma Russeff comparecía ante el Senado para ejercer su defensa en el marco del juicio político en su contra que puede destituirla definitivamente, los líderes progresistas de América Latina, Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner expresaron su apoyo a la mandataria y denunciaron el accionar de la derecha.

Por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales manifestó a través de su cuenta de Twitter su respaldo a Dilma y aseguró que «el único juez que puede sancionar su conducta política es su pueblo, los otros cumplen el vergonzoso encargo del imperio».

El único juez que puede sancionar su conducta política es su pueblo, los otros cumplen el vergonzoso encargo del imperio. ¡Fuerza @dilmabr!

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 29 de agosto de 2016

Y recordó que la lucha de Dilma hoy es la misma que han librado históricamente los pueblos de América Latina contra el poder de unos pocos. En ese sentido advirtió que el impeachment intenta contener la rebelión del pueblo y «expulsar a pobres, negros y mujeres del poder».

En el mismo sentido de la propia Rousseff, Evo catalogó al proceso contra la mandataria como un golpe de Estado y argumentó: «Antes los golpes de Estado eran ejecutados por militares proimperiales. Hoy, los golpes de Estado son congresales, judiciales o mediáticos».

«Se trata de volver al pasado de la pobreza y mediocridad»

Cristina Fernández también se expresó a través de sus redes sociales y página web donde compartió la carta que Lula le envió adviértiendole sobre un plan desestabilizador en América Latina. En ella Lula califica el proceso de ‘impeachment’ contra Rousseff como «inconstitucional y completamente arbitrario».

En su respuesta Cristina comparte las palabras de su «gran amigo» Lula y afirma que «cualquier coincidencia (de lo que ocurre en Brasil) con lo que sucedió y está sucediendo en nuestro país no es casualidad». Y agrega «Es estrategia dura y pura, sobre la región, contra los gobiernos nacionales, populares y democráticos y sobre sus líderes políticos».

Cristina consideró que con los procesos como el juicio político contra Dilma «se trata de volver al pasado de pobreza y mediocridad para las grandes mayorías en beneficio del inmenso poder económico de unos pocos». Y se cuestiona «¿Se darán cuenta los pueblos?¿Lo advertirán las sociedades modernas bombardeadas mediáticamente?».

“A los expresidentes de derecha se los favorece con manto de impunidad. A los presidentes de izquierda, persecución judicial y escarmiento”

— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 29 de agosto de 2016