ACOSO ESTUDIANTIL

Este exitoso método finlandés acabó con el bullying

La educación de Finlandia no solo es reconocida por su alto nivel, sino que además las escuelas y colegios acompañan a los estudiantes que sufren bullying. El método KIVa no solo es paliativo, sino que además previene el acoso estudiantil. Conoce este sistema y cómo está acabando con este problema.

Foto: Thomas Ricker.
Foto: Thomas Ricker.

No cabe duda de que Finlandia es un referente mundial en educación. Aparte de eso, se está convirtiendo ahora en el espejo en el que se quieren mirar todos aquellos sistemas educativos cuya meta sea -además del éxito académico- el bienestar emocional y psicológico de sus estudiantes, especialmente en cuanto a la erradicación del bullying.

KIVa, acrónimo de Kiusaamista Vastaan, «»Contra el Acoso Escolar«) es un programa sumamente detallista y elaborado con el que el país nórdico está logrando frenar el acoso escolar dentro de los centros educativos y también en la web. Este exitoso sistema ya está implementado en el 90% de las instituciones educativas de primaria y secundaria de todo el país, y es tan exitoso, que muchos padres de familia ya discriminan en cuál colegio colocar a sus hijos, dependiendo de si tienen o no el KIVa aplicado.

Cómo funciona

El programa contempla varios aspectos; primeramente, los estudiantes reciben una veintena de clases a los 7, 10 y 13 años de edad, para reconocer las distintas formas de acoso y mejorar la convivencia. Posteriormente, durante el año lectivo, los estudiantes asisten a 10 lecciones especiales con trabajos extracurriculares sobre el respeto a los demás y la empatía.

Los profesores cuentan con un nutrido manual y diversos materiales de apoyo, y los estudiantes tienen acceso a contenido escrito y en línea como videojuegos y textos.

Los creadores del sistema fueron varios investigadores de la finlandesa Universidad de Turku en conjunto con el Ministerio de Educación. «Notamos que muchos de los niños que sufrían bullying no contaba su caso. Es por eso que añadimos un buzón virtual en el que los acosados o testigos pueden contar lo que vieron sin que nadie lo sepa», cuenta Christina Salmivalli, una de las encargadas de KIVa. Otra de las herramientas del sistema son los observadores del recreo, que están presentes en la escuela con chalecos naranja, para aumentar su visibilidad. Ellos se encargan de recordar a los alumnos que es responsabilidad de todos la seguridad y el bienestar común.

En cada colegio hay un «Equipo KIVa», conformado por tres adultos que se ponen a trabajar en cuanto saben de un caso de acoso estudiantil o ciberbullying. Tienen una serie de herramientas de análisis para determinar si se trata de un acoso sistemático o de un hecho puntual. Después, se reúnen con la víctima para darle apoyo, ayudarla y tranquilizarla. También se habla con los acosadores para que entren en razón sobre sus acciones y las cambien.

El programa ya se está exportando a Francia, Bélgica, Italia, Suecia y Estados Unidos y esperan resultados tan positivos como en su país de origen.

 

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