Dilma Rousseff: «No tengo ninguna intención de renunciar. No les daré ese regalo a mis adversarios»

A pocas horas del comienzo de la última fase del juicio político en su contra, que puede destituirla definitivamente, la mandataria brasileña Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones desde el pasado 12 de mayo afirmó que no va a «tirar la toalla»

Rousseff, que asumirá personalmente su defensa en el juicio ante el Senado dijo al canal SBT que: «No tengo ninguna intención de renunciar. No les daré ese regalo a mis adversarios». Y explicó que el juicio político es porque muchos senadores quieren detener la investigación del Lava Jato, como se le conoce al caso de corrupción en la estatal petrolera Petrobras.

«Soy una víctima de un juicio fraudulento, cuyo objetivo es hacer una elección indirecta» aseguró, y agregó que por eso se habla de un golpe de Estado. Además recordó que sus predecesores también se comprometieron al llamado impuesto de pedaleo: «O es un crimen para todos o para nadie «. En ese sentido la mandataria aseguró que Michel Temer, quien era su vicepresidente y hoy quiere ocupar su lugar definitivamente, no solo la ha traicionado a ella, sino también a los votantes: «Temer no fue elegido para hacer lo que está haciendo. Fue elegido con mi programa de gobierno».

La semana Dilma divulgó una «Carta a los brasileños», en la que se declaró inocente y se comprometió a que, en caso de ser absuelta y recuperar el poder, promoverá la celebración de un plebiscito para consultar a la sociedad si desea adelantar las elecciones y «restaurar las elecciones».

Todo listo

Por su parte el gobierno interino de Michel Temer tiene todo listo para afrontar la última fase del juicio y destituir definitivamente a Dilma. El jefe de gabinete de Temer, Eliseu Padiha ya anunció que su gestión deberá recortar el gasto público y reformar el sistema jubilatorio, además dijo que haber realizado «en forma exitosa» los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 «es algo que ayuda al gobierno a adoptar medidas para garantizar seguridad jurídica a los inversores».

Para Temer y su equipo una amplia mayoría de los 81 senadores votará a favor de la destitución de la mandataria electa en 2010 y 2014 con más de 50 millones de votos. «Debemos tener entre 60 y 63 votos a favor del juicio político; siendo conservador, deberemos tener 61 votos» proyectó Padilha a la radio Estadao de San Pablo.

A su entender si Temer es confirmado en la Presidencia deberá abordar dos cuestiones en el primer lugar de la agenda: «El recorte a la expansión del déficit público y la reforma del sistema previsional». El gobierno prevé elevar de 65 a 70 años la edad de retiro de los hombres y de 60 a 65 (salvo docentes y otras excepciones) la de las mujeres para aquellos que hoy tienen menos de 50 años de edad.

La última fase del juicio comenzará el jueves 25 y se extenderá por cuatro o cinco días. Para no ser destituida, y regresar al poder Rousseff necesita que la moción en su contra reciba menos de dos tercios (54) de los votos del total de los senadores para conservar el cargo. Recordemos que en la pasada sesión del pleno del senado, cuando se aprobó dar lugar a la última fase del proceso se superó esa cifra y fueron 59 los senadores que apoyaron el juicio.

Sin embargo,el Partido de los Trabajadores no pierde la esperanza de poder dar vuelta la votación, ya que existen senadores que votaron por aceptar la acusación y ahora se declararon indecisos.

Rousseff aseguró que Temer tiene «temor a que una delación» de algún corrupto confeso de la investigación del multimillonario desvío de fondos de la petrolera estatal Petrobras «muestre claramente si está involucrado o que se revele que el juicio político beneficia al gobierno interino, provisorio e ilegítimo».